El Papa Francisco ha aceptado este martes 9 de abril la renuncia del Obispo de Albacete (España), Mons. Ángel Fernández Collado, por motivos de salud, tras seis años al frente de la diócesis manchega.
En una carta dirigida a los fieles de la diócesis, el prelado, de 72 años, detalla que presentó la renuncia al pontífice “libremente y después de una profunda reflexión” por motivos médicos.
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“Mi salud se ha quebrantado por las operaciones quirúrgicas de mis ojos, y por otras enfermedades que vengo sufriendo durante un tiempo, y que poco a poco han ido mermando mis facultades de Gobierno y pastoreo”, explica al inicio de su misiva.
Mons. Fernández Collado fue ordenado presbítero en 1977 y nombrado obispo auxiliar de la Archidiócesis de Toledo en 2013. A finales de 2018 fue destinado a Albacete, donde ha desempeñado su ministerio episcopal durante casi 6 años.
En su despedida, Mons. Fernández afirma que “se acumulan en mi cabeza y en mi corazón todos los buenos momentos que he vivido en esta amada Diócesis de Albacete”, recuerdos que, subraya, “hacen que sienta que algo se desgarra dentro de mi corazón al tener que abandonar esta diócesis que me ha enseñado a ser Obispo y Pastor”.
El desde hoy Obispo emérito de Albacete ha querido además agradecer a losdos los albaceteños “el cariño y la acogida” que le han dispensado y, en especial, “el trabajo pastoral de los sacerdotes y diáconos permanentes”.
De algunos de ellos ha destacado que “muy mayores en edad, pero jóvenes de corazón, me habéis dado un ejemplo de entrega y de generosidad atendiendo a las parroquias hasta que no habéis podido más”.
Según datos de la Conferencia Episcopal Española, la Diócesis de Albacete cuenta con 145 sacerdotes, de los cuales 66 están jubilados, y 15 diáconos permanentes para atender a través de 195 parroquias a una población de cerca de 400.000 personas.
Mons. Fernández ha agradecido también el trabajo de los laicos, instándoles a seguir siendo “evangelizadores activos y comprometidos en las diversas tareas diocesanas”. También ha reconocido la cercanía de los religiosos antes de hacer especial mención a los cuatro seminaristas con los que cuenta la diócesis.
“Alberto, Hermelo, Pedro y Álvaro, gracias por vuestro ‘sí’ generoso a la llamada del Señor, seguid formándoos para que seáis unos santos sacerdotes con el corazón como el de Cristo”, les ha instado.
Mons. Fernández anuncia que seguirá en la diócesis, como emérito, hasta que termine el curso pastoral para atender algunos compromisos adquiridos como la celebración de Confirmaciones y que “en unos días el Colegio de Consultores debe elegir un administrador diocesano”.
Antes de pedir oraciones por el nuevo obispo que le suceda, y pedir oraciones por su persona, el prelado emérito ha expresado su sentir en este nuevo episodio de su vida pastoral: “Comienzo otra etapa de mi existencia que vivo como una manera nueva de servir a la Iglesia, como una renovada llamada amorosa del Señor a seguirlo y a abandonarme en sus manos”.