La Justicia en Bolivia dictó prisión domiciliaria de manera preventiva a dos sacerdotes jesuitas españoles, acusados de presunto encubrimiento en la causa por los abusos cometidos por el fallecido P. Alfonso “Pica” Pedrajas.

La Justicia continúa con sus investigaciones a casi un año del estallido del caso Pedrajas, que salió a la luz a partir de una investigación del periódico español El País, dando a conocer un diario en el que el sacerdote confesaba al menos 85 abusos sexuales de menores cometidos en Bolivia hace más de 30 años.

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En esta oportunidad, los imputados son los sacerdotes Marcos Recolons, de 81 años, y Ramón Alaix, de 83 años, quienes se desempeñaban como supervisores de Pedrajas en el Internado Juan XXIII, de Cochabamba. Ambos son nombrados en los escritos del fallecido sacerdote.

Luego de participar de manera virtual en una audiencia cautelar, Recolons y Alaix cumplirán su detención domiciliaria en la Casa “La Esperanza”, de la ciudad de Cochabamba, donde conviven con otros sacerdotes, ya que por su avanzada edad no pueden ir a la cárcel. 

Si bien Pedrajas no pudo ser juzgado por los abusos porque falleció en 2009, su caso ha sido el punto de inicio para una serie de investigaciones que involucran a otros religiosos, tanto por casos de abuso como por encubrimiento.

En ese marco, en 2023 la Compañía de Jesús en Bolivia apartó de sus cargos a ocho miembros con el objeto de ser investigados.

El miércoles pasado, los Jesuitas emitieron un comunicado en el que reafirman su respeto a las decisiones judiciales, a la vez que lamentan “profundamente la dignidad vulnerada de las víctimas de abusos clericales, en particular de aquellos cometidos por jesuitas".

En ese sentido, señalan que continuarán apoyando las investigaciones y que ahora es trabajo de la Justicia probar las acusaciones.