En el extracto, publicado por el diario ABC de España, del libro entrevista de Javier Martínez-Brocal con el Papa Francisco, este recordó que algunos cardenales quisieron usarlo para bloquear la elección de Benedicto XVI en el cónclave de abril de 2005, de quien dijo “era mi candidato”.
En el libro de Editorial Planeta Testimonio, que lleva el título de El Sucesor: Mis recuerdos de Benedicto XVI, y que será publicado el miércoles 3 de abril, el Santo Padre afirma: “en ese cónclave –el dato es conocido–, a mí me usaron”.
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“Sucedió que yo llegué a tener cuarenta de los ciento quince votos en la Capilla Sixtina. Eran suficientes para frenar la candidatura del cardenal Joseph Ratzinger, porque, si me hubieran seguido votando, él no habría podido alcanzar los dos tercios necesarios para ser elegido papa”, recuerda el Papa Francisco en el extracto publicado el 31 de marzo.
“Esa no era la idea de quienes estaban detrás de los votos. La maniobra consistía en poner mi nombre, bloquear la elección de Ratzinger y después negociar un tercer candidato diferente. Me contaron, más tarde, que no querían a un papa ‘extranjero’”, refirió.
“Fue una maniobra en toda regla”
En la entrevista con Martínez-Brocal, el Papa refiere que lo sucedido “fue una maniobra en toda regla. La idea era bloquear la elección del cardenal Joseph Ratzinger. Me usaban a mí, pero detrás ya estaban pensando en proponer a otro cardenal. Todavía no estaban de acuerdo sobre quién, pero ya estaban a punto de lanzar un nombre”.
El Papa Francisco no señala en este punto el nombre de ninguno de los cardenales que habrían estado detrás de lo que ha calificado como “maniobra”.
El Santo Padre relata luego que “el cónclave empezó el lunes 18 de abril de 2005. La primera votación fue por la tarde. Aquella operación fue en la segunda o tercera votación, el martes 19 por la mañana. Cuando me di cuenta por la tarde, le dije a un cardenal latinoamericano, el colombiano Darío Castrillón: ‘No embromen con mi candidatura, porque ahora mismo voy a decir que no voy a aceptar, ¿eh? Dejame ahí’. Y ahí ya salió elegido Benedicto”.
Papa Francisco sobre Benedicto XVI: “Era mi candidato”
“Era mi candidato”, responde el Papa al ser preguntado sobre la elección de Joseph Ratzinger, precisando que decidió elegirlo porque “era el único que en ese momento podía ser papa”.
“Después de la revolución de Juan Pablo II, que había sido un pontífice dinámico, muy activo, con iniciativa, que viajaba... hacía falta un papa que mantuviera un sano equilibrio, un papa de transición”, agregó.
El Papa Francisco señala luego que “si hubieran elegido a uno como yo, que hace mucho lío, no habría podido hacer nada. En aquel momento, no habría sido posible. Yo salí contento. Benedicto XVI fue un hombre que acompañó el nuevo estilo. Y no le fue fácil, ¿eh? Encontró mucha resistencia dentro del Vaticano”.
¿Los cardenales pueden hablar de lo que ocurre en un cónclave?
En la entrevista, el Papa Francisco explica que “los cardenales juran no revelar lo que sucede en el cónclave, pero los papas tienen licencia para contarlo”.
El Santo Padre hizo referencia así a la constitución apostólica Universi Domini Gregis que regula todo lo referente a la sede vacante, es decir al tiempo de transición entre un Papa y otro; y la elección del nuevo Papa.
Este documento establece que ningún cardenal puede revelar lo que ocurre en el cónclave, pero precisa en el numeral 53 que esto puede ocurrir si es que hay una “autorización explícita” del mismo Pontífice, en este caso Francisco, quien al hablar del tema se habría dado a sí mismo este permiso.
No es la primera vez que el Papa Francisco habla del cónclave de 2005
En el año 2015, el Santo Padre concedió una entrevista al diario argentino La Voz del Pueblo, en la que respondió a la pregunta sobre si alguna vez soñó con ser Papa.
“¡Nunca! Tampoco con ser presidente de la República o general del Ejército. Viste que hay algunos pibes que sueñan con eso. Yo no”, respondió inicialmente.
El Santo Padre dijo que en 2005 “estaba en la lista de los papables”, pero en 2013 “nadie me nombraba” y aparecía en el número 46 “en las casas de apuestas de Londres”.
Tras recordar que decían “que era un kingmaker (o hacedor de reyes, como se denomina aquellos cardenales que debido a su experiencia y autoridad son más capaces que otros para pesar en el resultado electoral), que podía influir en los cardenales latinoamericanos para que votaran”, el Papa Francisco se enfocó en el cónclave de 2005.
“Adentro era claro que tenía que ser Benedicto y hubo casi unanimidad por él y eso a mí me gustó mucho. Era clara su candidatura”, añadió entonces.
En el cónclave de 2013, continuó Francisco, “no había ningún candidato claro. Había varios posibles, pero ninguno fuerte. Por eso me vine a Roma con lo puesto y con pasaje para volver el sábado a la noche y poder estar en Buenos Aires en el Domingo de Ramos. Incluso dejé hecha mi homilía sobre el escritorio”.
“Nunca pensé que iba a pasar”, aseguró al recordar su propia elección en esa ocasión.