El Papa Francisco ha animado a los cristianos a compartir la alegría que nace del “encuentro vivo con el Resucitado” durante el rezo del Regina Coeli del primer lunes de la Octava de Pascua de 2024.
El Pontífice ha explicado que esta alegría “es una emoción desbordante” que impulsa a las mujeres del Evangelio a correr para contar lo que han visto en el sepulcro cuando iban a embalsamar el cuerpo de Jesús.
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“Compartir la alegría —ha especificado el Papa Francisco— es una experiencia maravillosa, que aprendemos desde muy pequeños” pero que las mujeres del relato evangélico experimentaron “de una manera mucho mayor”.
El motivo es que “la Resurrección de Jesús no es sólo una noticia maravillosa o el final feliz de una historia, sino algo que cambia nuestras vidas por completo y para siempre. Es la victoria de la vida sobre la muerte, de la esperanza sobre el desaliento”.
“Jesús ha atravesado la oscuridad del sepulcro y vive para siempre: su presencia puede llenarlo todo de luz”, prosiguió el Papa Francisco desde la ventana del Palacio Apostólico.
El Pontífice afirmó que “la alegría de la Resurrección no es algo lejano. Está muy cerca, es nuestra, porque nos fue dada el día de nuestro Bautismo” y animó a los fieles diciendo: “Hermanos, hermanas, no renunciéis a la alegría de la Pascua”.
Antes de concluir, el Papa Francisco pidió alimentar esa alegría “encontrando al Resucitado, porque él es la fuente de una alegría que nunca se agota. Apresurémonos, pues, a buscarlo en la Eucaristía, en su perdón, en la oración y en la caridad vivida”.
Por último, recordó que “la alegría, cuando se comparte, aumenta. Compartamos la alegría del Resucitado y que la Virgen María, que en Pascua se alegró de su Hijo resucitado, nos ayude a ser sus testigos gozosos”.
Al concluir estas palabras, dirigió el rezo del Regina Coeli, impartió la bendición apostólica e impartió la bendición. A continuación, agradeció los mensajes de “cercanía y oración” que ha recibido con motivo de la Pascua. “Me gustaría que el don de la paz llegase allí donde hay más necesidad. A las poblaciones devastadas por la guerra, por el hambre, por cualquier forma de opresión”.
Según la Gendarmería vaticana en la Plaza de San Pedro estuvieron presentes unos 12.000 fieles.
ACTUALIZADO a las 13:06 del 1 de abril de 2024 CEST.