Tras la reciente aprobación de la nueva Ley de Derechos Sexuales y Reproductivos, que fue devuelta al Congreso por el Presidente Carlos Mesa, diversas organizaciones de mujeres campesinas manifestaron su rechazo a la ley y expresaron que “tenemos miedo por nuestros hijos”.

La dirigente de la Asociación de Mujeres Campesinas de Cochabamba, Flora Guilla, explicó que en coordinación con la Iglesia Católica se está exigiendo una explicación más detallada de la nueva norma legal y sus consecuencias.

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Las mujeres del campo –que según las feministas serían las “primeras” beneficiadas con el programa– afirmaron que “tenemos miedo por nuestros hijos, se van a volver rebeldes, nuestras hijas se van a embarazar chicas y dicen que tenemos que aceptar nomás”.

“Nos han dicho que si hay homosexuales tenemos que aceptar nomás. Por eso nos estamos oponiendo a esta nueva ley”, agregó Guilla.

La nueva ley promueve, entre otras cosas, el “derecho a la confidencialidad” por el cual los jóvenes pueden esconder su vida sexual a sus padres.

Aunque fue aprobada por la Cámara de Diputados y la de Senadores, la ley quedó “estancada” tras una carta enviada por la Conferencia Episcopal Bolivia (CEB) al Presidente Carlos Mesa, quien la devolvió al Parlamento para que sea nuevamente revisada.