Al finalizar la Audiencia General de este miércoles 27 de marzo, el Papa Francisco destacó el ejemplo de Bassam Aramin y Rami Elhanan, un hombre palestino y otro israelí que perdieron a sus respectivas hijas en la guerra.
Después de impartir su catequesis sobre la virtud de la paciencia, el Santo Padre saludó a Bassam Aramin y Rami Elhanan, situados en la primera fila del Aula Pablo VI del Vaticano.
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“Hoy aquí, en esta audiencia, hay dos personas, dos padres. Son los primeros: uno israelí y otro árabe”, señaló el Santo Padre ante los miles de fieles presentes en la audiencia.
Bassam Aramin perdió a su hija Abir, de diez años, por una bala del ejército israelí en 2007 cuando salía de la escuela. Por su parte, Smadar, la hija de Rami Elhanan, de trece años, murió en un atentado suicida palestino en 1997.
El Santo Padre explicó que “ambos han perdido a sus hijas en esta guerra y ambos son amigos; no miran la enemistad de la guerra, sino que miran la amistad de dos hombres que se aman y que han pasado por la misma crucifixión”.
Asimismo, el Papa Francisco invitó a los fieles a pensar “en este testimonio tan hermoso de estas dos personas que sufrieron en sus hijas la guerra en Tierra Santa”.
Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Bassam y Rami fueron recibidos brevemente en el Vaticano por el Santo Padre antes de que diera inicio la Audiencia General.
Al concluir, el Papa Francisco pidió por el fin de las guerras, especialmente en Ucrania y Tierra Santa.
“Que el Señor nos dé la paz en la martirizada Ucrania, que tanto sufre bajo los bombardeos. También en Israel y Palestina, que haya paz en Tierra Santa. Que el Señor nos dé a todos la paz como don de su Pascua”, pidió el Santo Padre.