La protección de la vida y la dignidad humana es el elemento transversal para alcanzar la paz y la reconciliación de Colombia, ha destacado la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en referencia al reciente documento presentado por la Comisión de Conciliación Nacional (CCN).
Se trata del documento Renovación de mínimos para una política de la reconciliación, la paz y el desarrollo nacional de Colombia, resultado de la iniciativa que comenzó en 2020 la CCN —organismo adscrito al Episcopado— para actualizar la edición trabajada en 2012 y 2013.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Para la nueva edición, presentada el 13 de marzo, se consultó a cerca de 6.200 líderes de los 32 departamentos del país sobre “las necesidades y desafíos estructurales que presentan actualmente los territorios para la construcción de paz”, explica la CEC en una nota publicada en su sitio web.
En ese sentido, el Episcopado destaca que “el texto presentado por la CCN plantea un primer elemento transversal a todos los demás que, además, es central en la misión de la Iglesia: la protección de la vida y la dignidad humana”.
El desarrollo del documento de la CCN
Al inicio de la edición de 2024, el secretario general de la CCN, P. Eliécer Soto Ardila, recuerda que el primer documento se elaboró en un contexto en el que en Colombia “se pensaba más desde el afronte del conflicto armado y la búsqueda de mecanismos y caminos para lograr un escenario de desescalamiento del mismo, y mermar su impacto en torno a las víctimas”.
En esos años, el Estado llevaba adelante el diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que culminó en el Acuerdo de Paz de 2016.
“Hoy, diez años después, retomamos el ejercicio y volvimos a consultar sectores diversos y representativos de la Iglesia Católica y de la sociedad civil colombiana, en torno a ¿cuáles son, para el hoy de Colombia, los mínimos para avanzar en paz?”, explica el sacerdote.
Estos requisitos mínimos, indica, no deberían quedarse sólo en clave de desescalamiento del conflicto, sino también “en perspectiva de posconflicto, pues no se construye paz para seguir en confrontaciones armadas”.
Luego de conversaciones y análisis se llegó al planteamiento de diez “mínimos”, entre estos están la necesidad de una “cultura política para la democracia y la cultura de paz como solución real de los conflictos sociales”, la superación de la corrupción y de la pobreza multidimensional, la “solución al problema de las economías ilícitas y el incremento de grupos armados organizados”, la “protección de la vida” que incluye “la erradicación del reclutamiento forzado de niños” y el “acceso a información mediática veraz”.
El P. Soto Ardile explica que si bien se les llama “mínimos”, en el fondo “constituyen una búsqueda de máximos de verdad, justicia, reparación y restauración del tejido social”.
Por su parte, el Episcopado indica que “con este resultado, que también se ha hecho posible gracias a la articulación entre la CCN y las arquidiócesis, diócesis y vicariatos apostólicos del país, la Iglesia buscará ayudar a las comunidades a incidir en diversos espacios institucionales que faciliten la implementación de iniciativas y políticas públicas para la reconciliación y la paz”.
Por su parte, el Cardenal Luis José Rueda Aparicio, presidente de la CCN y del Episcopado colombiano, recuerda en un mensaje que el camino de la reconciliación y de la paz es un esfuerzo que se lleva adelante “juntos”.
“No podemos dedicarnos individualmente a este trabajo de la reconciliación y la paz. Estamos llamados a la comunión misionera dentro de la Iglesia para servirle mejor a nuestras regiones en nombre del Evangelio, en nombre de Jesucristo, el Señor”, indica.
En ese sentido, el purpurado ha alentado también a articularse “con entidades nacionales e internacionales, organismos que están trabajando también con distintas motivaciones para que Colombia vaya avanzando en ese camino de reconciliación y paz”.
El desarrollo y elaboración del documento de la CCN contó con el apoyo de la Conferencia Episcopal Italiana. El texto fue presentado en la sede de la CEC en presencia de obispos, sacerdotes, religiosas, agentes pastorales, líderes comunitarios, así como representantes de las embajadas de Chile, México y Cuba, y de organismos de cooperación internacional.