Al finalizar la Audiencia General de este miércoles 20 de marzo, el Papa Francisco encomendó a San José los países que sufren “el horror de la guerra”, especialmente Ucrania, Israel y Palestina.
En el marco de la solemnidad de este santo celebrada ayer, martes 19 de marzo, el Santo Padre recordó a aquellos que sufren las consecuencias de la guerra y pidió poner fin a los conflictos en todo el mundo.
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El Pontífice indicó que San José es el patrono de la Iglesia universal y por ello encomendó “a su intercesión a la Iglesia y al mundo entero, especialmente a todos los padres, que tienen en él un modelo singular que imitar”.
“A San José encomendamos también los pueblos de la atormentada Ucrania y de Tierra Santa, Palestina e Israel, que tanto sufren el horror de la guerra”, añadió el Papa Francisco.
Además, instó a “no olvidar nunca” que la guerra “es siempre una derrota”, al tiempo que afirmó que “no se puede seguir en guerra”.
“Debemos hacer todos los esfuerzos posibles para negociar, para poner fin a la guerra. Recemos por ello”, pidió el Santo Padre a los fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro del Vaticano.
“Nadie es dueño de la vida”
Durante los saludos a los peregrinos de lengua polaca, el Papa Francisco destacó que el próximo 24 de marzo se celebra en Polonia la Fiesta Nacional de la Vida.
“Pensando en vuestra patria, quisiera compartir con vosotros mi sueño, que expresé hace unos años al escribir sobre Europa”, señaló.
El Santo Padre explicó que este “sueño” es que Polonia “sea una tierra que proteja la vida en todo momento, desde su nacimiento en el vientre materno hasta su fin natural”.
“No olvidéis que nadie es dueño de la vida, ni de la propia ni de la ajena”, aseveró a modo de conclusión.