En un mensaje dirigido al Foro Rural Mundial reunido en la ciudad española de Vitoria estos días, el Papa Francisco ha subrayado “el papel insustituible del genio femenino” en el contexto de la agricultura familiar.
En el discurso leído por el Obispo de Vitoria, Mons. Juan Carlos Elizalde, el Pontífice señala que “las mujeres rurales representan una brújula segura para sus familias, un punto de apoyo firme para el progreso de la economía, especialmente en los países en desarrollo, donde no sólo son beneficiarias, sino verdaderas impulsoras del progreso de las sociedades en las que viven”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Papa Francisco ha valorado también a las familias dedicada a la agricultura “encomiables por la forma solidaria de su trabajo, así como por el estilo respetuoso y delicado con el que cultivan la tierra”.
A su juicio, las familias dedicadas a esta actividad “son clave para hacer que los sistemas agroalimentarios sean más inclusivos, resilientes y eficientes”, pero lamentó al mismo tiempo que “siguen siendo golpeadas por la pobreza y la escasez de oportunidades”.
El Papa ha querido “dirigir a las familias de los pequeños agricultores una palabra de aliento y hacerles llegar la cercanía de la Iglesia”, y ha llamado a prestar atención “a sus necesidades humanas, espirituales y sociales, además de las propiamente técnicas”.
Elogio del Papa Francisco a la empresa familiar
Para el Papa Francisco, la empresa familiar, “más allá de ser un ente productivo, es el lugar al que pertenecen las personas, aquel espacio en el que se sienten comprendidas y valoradas en sí mismas por su dignidad, y no únicamente por lo que producen o por los resultados que consiguen”.
Por ello, resaltó “la importancia de fortalecer los vínculos que unen a sus miembros, de respetar sus tradiciones religiosas, depósitos culturales y prácticas agrícolas”.
El Papa Francisco animó a “formar y potenciar a las nuevas generaciones” como paso previo de la “verdadera revolución para un futuro alimentario” ya que los jóvenes aportan “soluciones innovadoras para abordar viejos problemas”.
El Pontífice ha concluido invocando la bendición de Dios sobre “las deliberaciones de este encuentro, para que, reconociéndose el papel de la familia rural, avancemos en la erradicación del hambre, la reducción de las desigualdades, así como en el cuidado y la salvaguarda de nuestro planeta”.