El Arzobispo de San Antonio (Estados Unidos), Mons. Gustavo García-Siller, se pronunció sobre las supuestas profecías de la Mission of Divine Mercy (MDM - Misión de la Divina Misericordia) en Texas, fundada por el sacerdote P. John Mary Foster.
En un mensaje publicado el 15 de marzo, el prelado explicó que se dirige a sus fieles ante “la publicación de las recientes y supuestas profecías” del P. Foster y ante “los muchos mensajes de preocupación enviados a mí y a oficiales arquidiocesanos”.
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El estatus de la Misión de la Divina Misericordia
Mons. García-Siller explicó que en 2010, el entonces Arzobispo de San Antonio y actual Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, aprobó la misión fundada por el P. Foster, como un “apostolado católico” en el que participan solamente el sacerdote, su hermana y exreligiosa Mary Foster, su primo William Roderique, su sobrino Joseph Jebbia y una miembro más que no es pariente, Araceli Granados Gantner.
La MDM se constituyó como un santuario y un lugar de retiros, llamándose a sí misma y en su sitio web una “pequeña comunidad católica romana contemplativa”, aunque no es reconocida como tal.
El grupo indica que su “estatus oficial” es el de “asociación privada de fieles con personalidad jurídica” que invita al público “a rezar, a las misas de la comunidad y Horas Santas de adoración. Nuestro apostolado también incluye retiros, como los de silencio conocidos como Encuentro con Jesús (EWJ) y Cor Jesu”, con contenido en inglés y español.
El comunicado del Arzobispo de San Antonio precisa que, si bien se esperaba que la MDM creciera eso no sucedió, y resalta además que “no es una comunidad religiosa erigida ni de derecho diocesano o pontificio”.
El prelado subraya asimismo que el estatus de “apostolado católico” le ha sido revocado el mismo 15 de marzo, con el subsiguiente retiro de sus instalaciones.
Tras señalar que desde 2009 apoyó los esfuerzos del sacerdote, el Arzobispo destacó que “lo único que le pedí a la MDM, para prevenir malentendidos y escándalos, fue abstenerse de publicar cualquier mensaje profético hasta que fueran revisados para asegurar que no fueran dañinos para el pueblo de Dios”.
La desobediencia del P. Foster, fundador de la Misión de la Divina Misericordia
Mons. García-Siller precisó que hasta hace poco su pedido fue obedecido, pero luego la MDM publicó tres “supuestas profecías” el 28 de febrero, el 6 de marzo y el 13 de marzo, pese a haber pedido explícitamente que no se publiquen y/o se retiren, siendo la tercera la que tuvo mayor difusión.
En una publicación titulada Tenemos que obedecer a Dios, explica el prelado, el “Padre Foster públicamente declara su desobediencia a la autoridad de la Iglesia y alienta a otros a hacer lo mismo, cuando dice:
“Cuando los superiores están activamente cometiendo y ordenando un mal grave, uno no está obligado a obedecerlos. No creemos que nuestro Arzobispo quiera hacer el mal. Creemos que tiene un buen corazón, pero sigue entusiastamente a Bergoglio (Papa Francisco), de quien creemos está tratando de subvertir a la Iglesia”.
Suspensión del P. Foster
“Consciente de mi deber de ejercer el gobierno sobre los ministros de la arquidiócesis y prudentemente guiar a los fieles cristianos de la misma, no puedo permitir ninguna confusión adicional ni el escándalo grave entre los fieles de Dios”, destaca el Arzobispo de San Antonio en su comunicado.
“Por eso he retirado las facultades del reverendo Foster para el ministerio público en la Arquidiócesis de San Antonio”, explica el prelado.
“Rezo para que el reverendo Foster trabaje conmigo para reparar el daño que ha causado y encuentre el canino para su ministerio en el futuro”, concluye.
Soy esposo desde 2008. Con mi esposa tenemos tres hijos aquí y uno que se fue al cielo en 2023, antes de nacer. Desde que me incorporé a ACI Prensa en 2005, he tenido la oportunidad de cubrir diversos eventos de la Iglesia Católica. Entre ellos, las Jornadas Mundiales de la Juventud en Colonia, Madrid y Río de Janeiro y los viajes apostólicos del Papa Benedicto XVI a México y del Papa Francisco a Corea del Sur. He sido enviado al Vaticano para cubrir los sínodos de la Familia, en 2015; de la Amazonía, en 2019 y el de la Sinodalidad, en 2023. Sigo de cerca la situación de la Iglesia Católica en Nicaragua, que sufre la persecución de la dictadura de Daniel Ortega, así como la actualidad eclesial en la región.
