El próximo 19 de marzo se celebra la fiesta de San José, fecha en la que el casto esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús también es reconocido en muchas comunidades católicas por los patronazgos que le han sido otorgados.
Patrono de la Iglesia Católica
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Después de la Virgen María ningún santo ha recibido tanto reconocimiento como San José. El 8 de diciembre de 1870, el Papa Pío IX, mediante el decreto Quemadmodum Deus, proclamó al santo custodio de la Sagrada Familia como el Patrono de la Iglesia Católica.
El decreto indica: “Puesto que en estos tiempos tristísimos la misma Iglesia es atacada por doquier por sus enemigos y se ve oprimida por tan graves calamidades que parece que los impíos hacen prevalecer sobre ella las puertas del infierno, los venerables obispos de todo el orbe católico, en su nombre y en el de los fieles a ellos confiados, elevaron sus preces al Sumo Pontífice para que se dignara constituir a San José por patrono de la Iglesia”.
Entonces, prosigue el texto, el Papa Pío IX, “conmovido por la luctuosa situación de estos tiempos, para ponerse a sí mismo y a todos los fieles bajo el poderosísimo patrocinio del santo patriarca José, quiso satisfacer los votos de los obispos y solemnemente lo declaró Patrono de la Iglesia Católica”.
Patrono de los trabajadores
En 2020, el Papa Francisco señaló que un aspecto que caracteriza a San José y que se ha destacado desde la época de la primera encíclica social de 1891, la Rerum novarum de León XIII, es su relación con el trabajo. Años más tarde, en 1955, el Papa Pío XII instituyó la fiesta de San José Obrero en presencia de un grupo de obreros reunidos en la Plaza de San Pedro.
La celebración de San José Obrero coincide con el Día Internacional de los Trabajadores, celebrado en muchos países el 1 de mayo.
“San José era un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el sustento de su familia. De él, Jesús aprendió el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo”, recordó Francisco.
Patrono de la buena muerte
La tradición cristiana ha transmitido que San José es un intercesor especial en el momento de la muerte, brindando consuelo y asistencia a quienes están en su lecho de muerte.
El numeral 1014 del Catecismo señala que la Iglesia “anima a prepararnos para la hora de nuestra muerte (‘De la muerte repentina e imprevista, líbranos Señor’: Letanías de los santos)”.
El Obispo de Orihuela-Alicante, Mons. José Ignacio Munilla, explicó en 2021 que este patronazgo se basa en que “San José tuvo el gozo, la gloria, de morir estando en brazos de Jesús y María. Ellos estaban a su lado, en su lecho de muerte”. Por ende, señaló que nuestro ideal es que el santo nos enseñe a morir de esa forma, en compañía de Jesús y de María.
Patrono de las familias
San José es invocado por los católicos como el protector de las familias y como ejemplo de padre y esposo fiel. En muchos hogares se reza a San José para obtener su intercesión en asuntos familiares y para fortalecer los lazos de sus miembros.
La razón de este patronazgo es que, en su plan salvífico, Dios Padre le encomendó a José el “trabajo” más importante de la historia humana: ser cabeza de la Sagrada Familia.
Patrono de los padres
San José también es considerado un modelo de paternidad y se le pide ayuda a menudo para proteger y guiar a los padres en el cuidado y la educación de sus hijos.
En la exhortación apostólica Redemptoris Custos, San Juan Pablo II explica este patronazgo, escribiendo que su paternidad “se ha expresado concretamente ‘al haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio, al misterio de la encarnación y a la misión redentora que está unida a él; al haber hecho uso de la autoridad legal, que le correspondía sobre la Sagrada Familia, para hacerle don total de sí, de su vida y de su trabajo; al haber convertido su vocación humana al amor doméstico con la oblación sobrehumana de sí, de su corazón y de toda capacidad, en el amor puesto al servicio del Mesías, que crece en su casa’”.
Patrono de los inmigrantes
A causa de su experiencia como migrante en Egipto, San José es venerado como patrono de los inmigrantes y por ello se le pide su protección y ayuda. En 2020, el Papa Francisco indicó que consideraba al padre adoptivo de Jesús como santo patrono especial “para todos aquellos que tienen que dejar su tierra a causa de la guerra, el odio, la persecución y la miseria”.
El Santo Padre explicó este patronazgo de la siguiente manera: “El Evangelio no da ninguna información sobre el tiempo en que María, José y el Niño permanecieron en Egipto. Sin embargo, lo que es cierto es que habrán tenido necesidad de comer, de encontrar una casa, un trabajo (…). La Sagrada Familia tuvo que afrontar problemas concretos como todas las demás familias, como muchos de nuestros hermanos y hermanas migrantes que incluso hoy arriesgan sus vidas forzados por las adversidades y el hambre”.
Otros patronazgos
San José posee incontables patronazgos sobre comunidades religiosas, instituciones, tanto eclesiales como civiles, e incluso sobre naciones enteras, como en el caso de Perú, México, Canadá, entre otros países. Además, muchas ciudades alrededor del globo llevan su nombre.
También es considerado patrono de las mujeres embarazadas, los viajeros, artesanos, ingenieros, etc.