La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), encabezada por su presidente, Mons. Oscar Ojea, Obispo de San Isidro, se reunió el 12 de marzo con el presidente Javier Milei, para manifestar su preocupación por la situación económica y las inquietudes de los prelados de las distintas provincias del país por la situación actual.
“En el marco de una reunión cordial los obispos agradecieron al presidente la convocatoria”, señaló la CEA en su sitio web oficial. Durante el encuentro celebrado en la Casa Rosada, los obispos pidieron al mandatario atender a aquellos sectores vulnerables que sufren, sobre todo, por la falta de medicamentos y alimentos.
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La representación del Episcopado argentino agradeció a Javier Milei “por su escucha atenta” de todo lo planteado y remarcaron su disposición de trabajar “por el bien común y la paz social”.
El narcotráfico “está matando” a los rosarinos
En un comunicado emitido este 13 de marzo, los obispos argentinos expresaron su cercanía con el pueblo de la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe), debido a la violencia desatada por el narcotráfico en los últimos días.
Según medios locales, en la ciudad santafesina 4 personas han sido asesinadas en la última semana a manos de los grupos criminales, lo que ha generado un estado de pánico en la localidad y ha obligado al gobierno argentino a movilizar al ejército para controlar la situación.
En los últimos dos años, en Rosario se cometieron alrededor de 500 homicidios, convirtiendo a la ciudad en la más violenta de toda la Argentina.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se encuentra en el lugar y afirmó que pedirá a la justicia argentina “medidas excepcionales” para controlar la situación.
Sobre esta realidad, los obispos manifestaron su solidaridad con los rosarinos por la violencia del narcotráfico que “golpea hoy las puertas de sus casas de este modo tremendo, brutal, llenando de dolor e impotencia a sus familias y a todo nuestro pueblo”.
“La droga nos está matando y debemos estar muy juntos para desarmar este 'mal' que desprecia la vida y se ensaña con nuestros niños, jóvenes y tantos inocentes, víctimas de la miserabilidad de unos pocos, y de la complicidad de otros”, remarcó la CEA.
Por último, el Episcopado pidió a los argentinos mantener viva la esperanza y el sueño de construir “una Argentina unida y en paz”, además de encomendar a Rosario a la protección de la Santísima Virgen.