En conmemoración del Día Internacional de la Mujer 2024, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) animó a seguir el ejemplo de mujeres católicas emblemáticas, destacadas por ser “valientes, sabias y fieles”.
En un comunicado, la CEM extendió una invitación a todas las mujeres a emular “la fe y el servicio” de figuras como la Virgen María, “quien, con su ‘Sí’ al plan de Dios, se convirtió en madre y discípula”.
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Además, los obispos mencionaron la importancia de seguir el ejemplo de otras mujeres como Santa María Magdalena, discípula de Jesucristo y testigo de su resurrección, y Judit, reconocida por el Papa Francisco como una “mujer valiente en la fe y en sus obras”.
Otra figura relevante mencionada por los prelados fue Ester, quien en el antiguo testamento demostró su confianza en Dios al interceder por su pueblo ante el rey Asuero para evitar un plan de exterminio.
Los obispos mexicanos reconocieron la “invaluable contribución” de las mujeres en “la vida de la Iglesia y de la sociedad”. Por esta razón hicieron un llamamiento a “valorar, respetar y promover la dignidad y los derechos de las mujeres, superando toda forma de discriminación y violencia”.
Según un estudio de 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el 70.1% de las mujeres mayores a 15 años en México “han experimentado al menos un incidente de violencia, que puede ser psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación”.
Ante esta realidad, los obispos recordaron el pasaje bíblico de Génesis que menciona que “Dios creó al ser humano a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó”.
Sobre esta “igualdad fundamental”, los obispos precisaron que “debe traducirse en oportunidades equitativas en el ámbito laboral, educativo, político y eclesial”.
En el contexto actual de “desafíos sociales, económicos y políticos” en el país, afirmaron la necesidad de “reafirmar el papel esencial de la mujer en la construcción de una sociedad más justa, fraterna y solidaria”.
Por último, encomendaron a todas las mujeres a la protección de la Virgen María de Guadalupe y pidieron al Espíritu Santo que “siga suscitando en ellas los dones de fortaleza, sabiduría y caridad, para que sean fermento de transformación en nuestra patria”.