La abogada e investigadora Martha Patricia Molina cuestionó a la “vice dictadora” de Nicaragua, Rosario Murillo, esposa del dictador Daniel Ortega, quien saludó al Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua, por su 75 cumpleaños —la edad a la que los obispos presentan su renuncia al Papa— en medio de la intensa persecución del régimen sandinista contra la Iglesia Católica en el país centroamericano.
En un mensaje transmitido por diversos medios, Murillo dijo el 7 de marzo: “Hoy estamos junto a su Eminencia Reverendísima, el Cardenal Leopoldo Brenes, a su familia y, por supuesto, con el pensamiento también puesto en su mamacita, doña Lilliam, que lo trajo a este mundo, celebrando su 75 aniversario de vida".
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“A él, a su eminencia Leopoldo José ‘Polito’ le expresamos el cariño de las familias nicaragüenses, y el muy especial reconocimiento por esa labor tan meritoria que viene desempeñando con un mensaje pastoral consecuente con el buen pastor, con Cristo Jesús”, continuó.
"Gracias a Dios hemos venido dejando atrás los días de campanas y cristales rotos, esos días terribles cuando intentaron romper el sentido de familia y comunidad, así como también la alianza de reconciliación y unión en nuestra Nicaragua. Intentaron, pero no pudieron y no podrán, porque eso está en nuestras venas, esa unión por el bien común, desde un cristianismo fraternal y solidario", continuó Murillo.
“Ese tiempo ha quedado atrás y ahora las campanas repican con seguridad, alegría y victoria porque Cristo reina en nuestra Nicaragua”, destacó la vicepresidenta de Nicaragua, quien expresó su compromiso para trabajar “en una pastoral de justicia, concordia y liberación de todo mal, sobre todo el odio”.
¿Las “palabras de amor” de Murillo pueden considerarse una tregua en Nicaragua?
Martha Patricia Molina es autora del informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?, que en octubre de 2023, en su cuarta entrega, documentó 667 ataques y agresiones dirigidos hacia la Iglesia Católica en Nicaragua, a los que se suman otros 70 en contra de denominaciones cristianas.
“¿Debemos considerar una tregua, las felicitaciones y palabras de amor de la vice dictadora Rosario Murillo hacia el cardenal Leopoldo José Brenes?”, cuestionó Molina en su cuenta de la red social X y precisó: “Los datos contradicen las palabras cínicas y mentirosas de Murillo”
Molina explicó luego 12 puntos concretos que sustentan su afirmación:
1. “La mayoría de los familiares de sacerdotes permanecen bajo vigilancia y asedio principalmente las familias de los sacerdotes desterrados/exiliados”.
2. “Las cuentas bancarias de la Iglesia y sacerdotes continúan bloqueadas”.
3. “Existe una investigación penal, donde el Cardenal Brenes es uno de los principales investigados y al menos 5 laicos comprometidos se encuentran condenados y encarcelados por el juicio a Cáritas”.
3. “Existen más de 200 religiosos/as que han sido expulsados/exiliados/desterrados y que no pueden regresar a Nicaragua”.
4. “Las universidades católicas no han sido regresadas a sus dueños (Iglesia Católica) y los seminaristas que se forman en las casas de formación no reciben títulos académicos debido a esa confiscación”.
5. “Han sido confiscadas 16 propiedades que pertenecían a la iglesia y muchos bienes muebles robados por la dictadura. Tampoco han sido devueltos”.
6. “Las actividades religiosas previas a Semana Santa y las que se realizarán durante esa semana continúan asediadas y vigiladas por la policía y paramilitares y sin realizar su recorrido habitual”.
7. “Los sacerdotes continúan siendo asediados, intimidados y amenazados (algunos hasta de muerte) por la policía sandinista y alcaldes. Llegan a las parroquias y casa cúrales y hacen revisión hasta en los servicios higiénicos, revisan libros y piden a los curas que informen todo”.
8. “Los colegios parroquiales continúan intervenidos y habrá una reconfiguración para asegurar la presencia permanente de personal administrativo sandinista”, es decir el partido de gobierno de la dictadura.
9. “La Iglesia Católica ha sido obligada por la dictadura Ortega-Murillo a vivir en silencio y sometimiento y está es una de las mayores represiones porque con ello pretenden apagar y aniquilar la verdad que emana del evangelio”.
10. “Todos los planes y programas de la Iglesia tienen que ser previamente informado a la dictadura”.
11. “Veintidós (22) sacerdotes han sido despojados de su nacionalidad y obligados a vivir en el exilio sin poder ver a sus familiares y sus fieles. Esta medida no será cambiada”.
12. “Más de 12 medios de comunicación católicos fueron cerrados arbitrariamente y la dictadura no los ha regresado ni lo hará”.
Molina concluye precisando que lo dicho por Murillo “no es una tregua, ni suenan campanas de paz, sólo cambian el estilo de represión, persecución y ataque”.