Al comentar el Salmo 15, “El Señor es mi heredad”, durante la audiencia de este miércoles, el Papa Juan Pablo II recrodó que la misión del fiel es la de buscar la intimidad con Dios.
El Santo Padre afirmó que este salmo es “un cántico místico” que presenta a Dios “como el único bien y sitúa al orante dentro de la comunidad de todos los que son fieles al Señor”.
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El salmo, continuó, desarrolla dos temas, el primero el de la herencia, “que se usaba para describir el don de la tierra prometida al pueblo de Israel”; y el segundo, el de “la comunión perfecta y perdurable con el Señor”.
“El salmista expresa su firme esperanza de ser preservado de la muerte para permanecer en intimidad con Dios”, agregó
El salmista pide al Señor –siguió el Pontífice- que le indique “la senda de la vida. Es el camino que conduce a la ‘saciedad de gozo en tu presencia’ divina, a la ‘dulzura sin fin a la derecha’ del Señor”.
“Estas palabras –dijo también- se adaptan perfectamente a una interpretación que se abre a la esperanza de una vida sin fin para gozar eternamente de la intimidad con Dios”.