El panorama legislativo en Honduras ha sido sacudido por la polémica en torno al proyecto de Ley Especial Integral Contra las Violencias hacia las Mujeres (LEI-CVM). Esta propuesta ha desatado preocupación entre grupos defensores de la vida y la familia por su enfoque basado en la ideología de género y porque abriría las puertas al aborto en el país.

El proyecto fue presentado en febrero de 2023 por el Poder Ejecutivo y aún no ha sido debatido en el Pleno del Congreso Nacional. Sin embargo, existe inquietud entre diversos grupos provida, como el movimiento Por Nuestros Hijos, y de la organización de defensa legal ADF Internacional, quienes temen que el proyecto, manejado con gran secretismo, sea discutido el 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.

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En una entrevista concedida a ACI Prensa, el abogado y asesor legal de ADF Internacional en América Latina, Julio Pohl, ofreció un análisis detallado sobre las implicaciones de esta controvertida propuesta legislativa.

Pohl señala que la principal crítica al proyecto radica en su intento de utilizar la violencia contra la mujer como un “caballo de Troya” para “institucionalizar la ideología de género en el país” y “obligar a todos a someterse a ella”. Según el abogado, la LEI-CVM busca eliminar los logros obtenidos en materia de igualdad y promover una visión ideológica que redefine conceptos fundamentales de familia, sexualidad, persona, mujer, entre otros.

“El proyecto de ley incluye 116 veces el término género, 16 veces el concepto identidad de género, una decena de veces el de expresión de género, etc. Esto es altamente llamativo para una ley que en teoría se presenta como destinada a proteger a las mujeres de violencia”, acotó.

Una de las mayores preocupaciones expresadas por Pohl es la posible apertura a la práctica del aborto en Honduras, un país donde la vida está protegida constitucionalmente desde la concepción.

Además de las amenazas mencionadas anteriormente, el abogado señaló otras preocupaciones. Entre estas, destacó que la ley “restringiría fuertemente la libertad de expresión, generaría desigualdad y discriminación contra los hombres, establecería un principio agresivo de laicidad en detrimento de la libertad religiosa, limitaría la libertad de enseñanza y crearía una compleja red de violencia que incluiría hasta 84 tipos y formas distintas de violencia, entre otros aspectos”.

“La ideología de género cruza transversalmente la ley, es más, la inspira”, alertó Pohl.

Introducción del aborto en Honduras

El proyecto LEI-CVM crea como tipo penal la “violencia contra la libertad reproductiva” que puede acarrear hasta tres años de prisión, según su artículo 141.

De acuerdo al texto legislativo, un tipo de violencia contra la mujer estaría configurado por el “embarazo forzado”, un supuesto tipo de agresión que consiste en “la prohibición o denegación de servicios médicos para la interrupción del embarazo [Ndr: aborto] cuando peligra la salud o la vida de la mujer, en casos de violación sexual o cuando el producto presenta una malformación congénita incompatible con la vida extrauterina”.Principio del formulario

Para Pohl, en resumen, “se estaría legalizando el aborto en tres causales, lo cual constituiría una clara violación de la Constitución y del derecho a la vida de los no nacidos”.

El abogado de ADF Internacional también hizo notar que, entre los principios rectores de la propuesta legislativa, se hallan términos como los “derechos sexuales y reproductivos de las mujeres” (art. 8.f), conocidos eufemismos del aborto que son catalogados como “Derechos Protegidos” (art. 7.q). 

Además, el proyecto de ley, en su artículo 38, ordena a la Secretaría de Estado en el Despacho de Salud (SESAL) a “desarrollar estadísticas precisas y estudios sobre el acceso a derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas en Honduras”. De acuerdo a Pohl, esto “sólo tiene sentido desde una visión que ve esta ley como la puerta para una mayor expansión del aborto, no ya por causales, sino de forma irrestricta”.

Redefinición del concepto de “mujer”

En el artículo 3 del proyecto se precisa que serán titulares de derechos las mujeres sin distinción de “orientación sexual, expresión o identidad de género”. Pohl  explica que, “lo que en realidad se está diciendo, es que esta ley no es para mujeres, sino para todo aquel que se autoidentifique como tal”.

En el texto mismo de la LEI-CVM (art. 8.j) se define la identidad de género como “la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente profundamente, la cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento”.

El asesor legal para América Latina de ADF International enfatizó que, de ser aprobada, la norma “obligará a todas las instituciones y personas en todo ámbito y nivel a negar la realidad biológica y reconocer una identidad y una expresión que son puramente subjetivas”.

Asimismo alertó que, de no aceptar el concepto de la identidad de género públicamente, como una verdad, “se podrían cometer los delitos de violencia simbólica, digital o mediática que la misma LEI-CVM crea”, y que están comprendidos en la Sección IV del documento mismo.

Redefinición de familia

De acuerdo a Pohl, la iniciativa legal también representa un esfuerzo “serio y contundente”  por alterar los conceptos de familia, persona, mujer, etc., y mediante el cambio de lenguaje, transformar la realidad.

En el caso del concepto de familia, el abogado asegura que se busca virar hacia un significado distinto al que siempre se ha entendido en la Constitución, en la legislación y en la tradición hondureñas.

“Del entendimiento que la familia está basada en el matrimonio, se pasa a la noción que existe múltiples formas de familia basadas no sólo en lazos sanguíneos o adoptivos, sino también solo por amistad o afinidad”, agregó Pohl.

Además, el artículo 8 de la LEI-CVM menciona, sin definirse, la familia “nuclear, extensa, monoparental, reconstituida o mixta, de acogida, sin hijos por elección, unipersonal, etc.”. Y se considera a la familia tradicional, como una fuente de “prácticas tradicionales nocivas” (art. 8.t) entre las cuales se mencionan “los actos correctivos en contra del libre desarrollo de la sexualidad de las personas”.  

Promueve la sexualidad libre y basada en ideología de género

Durante la entrevista concedida a ACI Prensa, el abogado también lamentó que la LEI-CVM presenta una “visión de la sexualidad basada solo en el placer individualista y desligado de toda responsabilidad”.

Y es que el texto legislativo afirma, en su artículo 8, que es un derecho “disfrutar de relaciones sexuales satisfactorias (…) haciendo la separación pertinente entre el ejercicio de la sexualidad y de la reproducción”.

“Nada más alejado de la biología y del derecho natural”, subrayó.

Adicionalmente, la ley ordena a la SESAL (art. 37) a adecuar los contenidos curriculares básicos “con perspectiva de género” y que los programas educativos promuevan “esquemas de conductas y costumbres que no reproduzcan estereotipos (…) desde una perspectiva de género, laicidad y derechos humanos”.

“El uso de la violencia contra la mujer como excusa”

Pohl fue claro en señalar que “nada justifica la violencia contra la mujer” y que la ley en Honduras tiene un marco para prevenir y castigar estos actos. Sin embargo, criticó que la LEI-CVM haya creado “casi un centenar de violencias”.

“El motivo de ello es claro: no se pretende destinar recursos para proteger a las mujeres hondureñas de la verdadera violencia que realmente puede afectarles, sino crear un marco ideológico que divida radicalmente al hombre contra la mujer y que posibilite la inclusión de los conceptos de género”, explicó.

De acuerdo al abogado de ADF Internacional, la LEI-CVM tiene antecedentes en proyectos de ley similares que se han intentado pasar en la región, como por ejemplo en México, Argentina, Nicaragua, El Salvador, Ecuador.

No obstante, considera que el proyecto de ley en Honduras “es aún más peligroso pues ha incluido” una “reforma del actual código penal tipificando delitos y creando penas por conductas que califica como violencias”.

“Las organizaciones civiles no han tenido mucho tiempo de reacción, pues el proyecto se ha manejado con muchísimo sigilo”, agregó Pohl.

Hasta la fecha, desde el Gobierno hondureño y la Comisión de Asuntos de Género del Congreso Nacional han indicado que no existe ninguna discusión respecto del proyecto de Ley Especial Integral contra las Violencias hacia las Mujeres.

Sin embargo, el 5 de marzo, Juan Diego Lacayo y otros líderes del movimiento Por Nuestros Hijos, reiteraron la preocupación generalizada por la inminente llegada de una iniciativa de ley.

“Estamos alzando la voz y alertando de manera grave al pueblo hondureño sobre la pretensión de aprobar en la próxima semana en el Congreso una ley que bajo el disfraz de prevenir la violencia contra la mujer se establece que en Honduras sería mujer todo hombre que se sienta mujer”, señaló al diario El Heraldo Dania Muñoz, representante del movimiento.