Luego de una investigación realizada por un grupo de expertos, tras una oración “ferviente” y un “atento discernimiento”, un obispo italiano decretó que las supuestas “apariciones” de la Virgen María en Trevignano, en el área de Roma, no son sobrenaturales.
“Después de un adecuado periodo de atento discernimiento, habiendo escuchado los testimonios provenientes del territorio y valiéndose de una comisión de expertos, formada por un mariólogo, un teólogo, un canonista, un psicólogo y del asesoramiento externo de algunos especialistas, considerada la figura de María en la Tradición de la Iglesia y en la viva fe en el pueblo de Dios, luego de una ferviente oración decreta la no sobrenaturalidad de los hechos en cuestión”, indica un comunicado publicado el 6 de marzo en el sitio web de la diócesis italiana de Civita Castellana.
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“Los eventos de Trevignano” en Italia
El decreto de Mons. Marco Salvi, obispo de la diócesis ubicada cerca de Roma, señala que los hechos en cuestión se dieron en 2016, cuando la señora Gisella Cardia, cuyo nombre original es Maria Giuseppa Scarpulla, informó de presuntas apariciones de la Virgen María, Jesús y Dios Padre, que se habrían dado en Trevignano Romano, en el territorio de la diócesis de Civita Castellana.
Esos hechos habrían comenzado luego de que Cardia y su esposo Gianni llevaran una imagen de Nuestra Señora de la Paz desde Medjugorje, en 2014.
De acuerdo a Cardia, la imagen no sólo llora sangre sino que además multiplica alimentos y envía un mensaje el día 3 de cada mes, como sucede con los videntes de las supuestas apariciones de la Virgen en Medjugorje.
Durante estos años, Cardia, quien creó una asociación sin fines de lucro pero que recibe donaciones, y cuya capilla fue cerrada por el ayuntamiento de Trevignano, ha reunido a numerosos fieles y sacerdotes en encuentros de oración, pese a que la Iglesia no los autorizaba.
Todo esto, que se conoció luego como los “eventos de Trevignano” cobró notoriedad en 2023, año en el que Mons. Salvi asumió el cargo de Obispo de Civita Castellana, y en el que se inició la investigación, concluida en enero de 2024.
El 14 de abril de 2023, el obispo ya había publicado un comunicado en el que pedía a los fieles no asistir a los eventos convocados por Cardia.
Por otro lado, la fiscalía de Civitavecchia abrió una investigación por estafa contra Cardia y su esposo ese mismo año, y el alcalde de la localidad ordenó el derribo de la capilla donde se reunían sus seguidores.
“Errores teológicos” en las “apariciones”
En su decreto, el prelado italiano explica que los mensajes de las supuestas apariciones marianas contienen “numerosos errores teológicos”; y prohíbe a los sacerdotes celebrar “los sacramentos o guiar actos de piedad popular” que conecten “de modo directo o indirecto con los eventos de Trevignano Romano, ya sea en los terrenos de la Asociación ‘Madonna di Trevignano ITS’ o en otros lugares privados, públicos y eclesiales”.
También prohíbe a los sacerdotes “dirigirse al lugar de la aparición alimentando en los fieles que exista cualquier reconocimiento eclesial”.
Mons. Salvi también impuso a Gisella Cardia, a su esposo Gianni “y a todos los sujetos de varios títulos involucrados en los eventos de Trevignano, el respeto y la adhesión a las decisiones del obispo diocesano, además de la disponibilidad para cumplir un camino de purificación y discernimiento, que promueva y mantenga la unidad eclesial”.
El obispo aclara asimismo que “el título de ‘Madonna di Trevignano’ (Virgen de Trevignano) no tiene ningún valor eclesial y no puede ser usado como si lo tuviese, tampoco en el ámbito civil”.
El prelado advierte además a los fieles de la obligación de “abstenerse de organizar y/o participar en encuentros privados y/o públicos (de oración y/o de catequesis) que den por cierta e indubitable la verdad sobrenatural de los eventos de Trevignano o que sean actos de presión sobre el obispo diocesano para modificar sus decisiones legítimas sobre estos mismos eventos”.