La Conferencia de Obispos de Francia ha llamado este lunes a sumarse a la convocatoria de ayuno y oración realizada por diversas asociaciones católicas ante la sesión conjunta de la Asamblea Nacional y el Senado en la que se votará este 4 de marzo la posibilidad de incluir el aborto como un derecho constitucional en el país galo.
En un comunicado, los prelados franceses afirman que “de todos los países europeos, incluso de Europa occidental, Francia es el único donde el número de abortos no disminuye e incluso ha aumentado en los últimos dos años”.
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Los obispos auguran además que “muchos de nuestros parlamentarios, sin duda, votarán a favor de este texto con la convicción de afirmar un derecho esencial; algunos, bastantes de hecho, votarán avergonzados y obligados”.
“Como católicos, siempre tendremos que permanecer servidores de la vida de todos y cada uno, desde la concepción hasta la muerte, artesanos del respeto a cada ser humano, que es siempre un don dado a todos los demás, para apoyar a quienes eligen conservar a su hijo incluso en situaciones difíciles”, explican los prelados.
También explican que se están buscando “nuevas maneras de rodear con nuestro respeto y nuestra compasión a quienes han recurrido al aborto”. al tiempo que exhortan a pedir “gracia con humildad y urgencia” y, sobre todo, a rezar “para que nuestros conciudadanos redescubran el amor por la vida, por darla, por recibirla, por acompañarla, por tener y criar hijos”.
Pontifica Academia: No hay derecho a suprimir una vida humana
En una declaración oficial, la Academia Pontificia para la Vida señaló además que “en la era de los derechos humanos universales, no puede haber ‘derecho’ a suprimir una vida humana”. En este sentido “hace un llamamiento a todos los gobiernos y a todas las tradiciones religiosas, para que hagan lo posible para que en esta fase de la historia, la protección de la vida se convierta en una prioridad absoluta, con pasos concretos en favor de la paz y la justicia social, con medidas eficaces para el acceso universal a los recursos, a la educación, a la salud.
“La protección de la vida humana es el primer objetivo de la humanidad —prosigue el documento— y sólo puede desarrollarse en un mundo libre de conflictos y laceraciones, con la ciencia, la técnica y la industria al servicio de la persona humana y de la fraternidad”.
La Pontificia Academia para la Vida concluye su comunicado recordando algunas palabras del Papa Francisco pronunciadas en la Audiencia General del 25 de marzo de 2020 en las que subrayaba que para la Iglesia Católica “la defensa de la vida no es una ideología, es una realidad, una realidad humana que implica a todos los cristianos, precisamente por ser cristianos y por ser humanos”.
El Papa Francisco añadía también que “se trata de actuar a nivel cultural y educativo para transmitir a las generaciones futuras la actitud de solidaridad, de cuidado, de acogida, sabiendo bien que la cultura de la vida no es patrimonio exclusivo de los cristianos, sino que pertenece a todos aquellos que, trabajando en la construcción de relaciones fraternas, reconocen el valor propio de cada persona, incluso cuando es frágil y sufre”.