El Papa Francisco se dirigió a los niños del mundo con motivo de la primera Jornada Mundial de los Niños, que se celebrará en Roma del 25 al 26 de mayo, para recordarles que la clave de la felicidad es la oración y una relación personal con Cristo.
“Para ser realmente felices es necesario rezar, rezar mucho, todos los días, porque la oración nos conecta directamente con Dios, nos llena el corazón de luz y de calor y nos ayuda a hacer todo con confianza y serenidad”, escribió en su carta del 2 de marzo dirigida a los niños del mundo.
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El Papa siguió esta reflexión pidiendo a los niños que recen el Padrenuestro “todas las mañanas y todas las tardes, y también en familia, con sus padres, hermanos, hermanas y abuelos”. Pero instó a los niños a no simplemente recitar las palabras “como una fórmula”, sino “pensando en las palabras que Jesús nos ha enseñado”.
“Jesús nos llama y desea que, con Él, seamos protagonistas de esta Jornada Mundial, como constructores de un mundo nuevo, más humano, justo y pacífico. Él, que se ofreció en la cruz para reunirnos a todos en el amor; Él, que venció la muerte y nos reconcilió con el Padre, quiere continuar su obra en la Iglesia por medio de nosotros”, continuó.
El Papa Francisco anunció la creación del Día Mundial del Niño en diciembre pasado, como una forma de responder a la preocupación de “¿qué tipo de mundo queremos transmitir a los niños que están creciendo?”.
En su carta del 2 de marzo, el Papa explicó que el tema de la Jornada Mundial del Niño está tomado de las palabras de Jesús en el libro del Apocalipsis: “Yo hago nuevas todas las cosas”. El Papa señaló que estas palabras “nos invitan a ser tan inteligentes como niños para comprender las novedades que el Espíritu suscita en nosotros y a nuestro alrededor”.
Al reflexionar sobre la importancia de los niños para las familias, el Papa señaló que son un signo “deseo de cada uno de nosotros de crecer y renovarse” y una fuente de alegría, un reconocimiento que ayuda a fomentar un vínculo intergeneracional.
El mensaje del Papa también abordó la necesidad de acción social, pidiendo a los jóvenes que siempre recuerden a “otros niños y jóvenes que ya están luchando contra enfermedades”, la pobreza, el hambre, la guerra y la violencia. Destaca que estas personas nos recuerdan la realidad y nos inspiran a buscar el bien, a pesar del sufrimiento que han experimentado.
Finalmente, el Papa animó a los niños a que la acción comience a nivel local a través de pequeños actos de bondad.
“El mundo se transforma, ante todo, por medio de las cosas pequeñas, sin avergonzarse de dar sólo pasos pequeños”, agregó.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.