El Arzobispo de Mercedes-Luján (Argentina), Mons. Jorge Scheinig, designó administrador parroquial de San Cayetano, en la ciudad de Chivilcoy, al P. Oscar Viladesau, de 66 años, viudo y ex policía ordenado sacerdote en diciembre pasado.
La Misa de toma de posesión del P. Viladesau como administrador de la parroquia se celebró en la mañana del domingo 25 de febrero, ante la presencia de numerosos miembros de la comunidad.
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Estuvo presidida por Mons. Scheinig, y concelebrada por el P. Lucas Figueroa, Vicario General de la Arquidiócesis.
Durante la ceremonia, el prelado entregó la estola y los óleos consagrados al sacerdote. En su homilía, valoró que “Oscar se sume a nuestro camino”, porque a la Iglesia Católica “no le sobran los sacerdotes”.
“No es habitual que un hombre a tu edad se sume a la fe y nos alegra mucho”, expresó Mons. Scheinig, al tiempo que admitió: “Preguntamos mucho por vos, hablé con mucha gente, hemos pedido testimonios por escrito, para decidirme”.
Sin embargo, “estamos en la fe y confiamos en vos”, aseguró.
Respecto del decreto, el arzobispo aclaró que no lo nombra párroco sino administrador parroquial. “Vamos despacio”, señaló.
Dirigiéndose a los fieles, les hizo un pedido: “Acompañen a Oscar, no lo dejen solo, ustedes son una comunidad muy trabajada en algunos aspectos, pero en otros no. Confíen entre ustedes, en el trabajo comunitario”.
“Oscar, vos conoces muy bien esta comunidad, sabes que ha sufrido, porque no es común que en 4 años seas el tercer sacerdote”, dijo el prelado al nuevo administrador parroquial. “Tenés que ser fino, ir con la comunidad, con gente que te va a probar”, aconsejó.
Asimismo, confió en que podrá llevar adelante su ministerio en esa comunidad “por tu edad, por tu experiencia de vida, porque sos creyente y tenés las condiciones de ser pastor”.
El P. Viladesau fue ordenado sacerdote el 9 de diciembre de 2023 en la Catedral Nuestra Señora de las Mercedes. En aquella ocasión, Mons. Scheinig recordó: “Querido Oscar, a tu sesenta y seis años, después de haber vivido la mayor parte de tu vida como esposo, sentiste el llamado al servicio diaconal y habiendo quedado viudo, después de un tiempo de discernimiento, estás ahora recibiendo el orden del presbiterado”.
“El Señor de la viña sale permanentemente a buscar trabajadores y lo definitivo es la respuesta inmediata al llamado que nos hace el Señor a trabajar para el Reino, sea en el momento y en la circunstancia de la vida que sea”, expresó.