Muchas prácticas de Cuaresma son, por su naturaleza, privadas e individuales; pero esto no significa que este tiempo de preparación se centre esencialmente en uno mismo. Todo lo que hacemos como cristianos es como comunidad, y como nuestra familia es una comunidad, podemos compartir nuestra Cuaresma con ellos, así como sucede con cualquier otra cosa que sea hermosa, importante y profunda.
En ese sentido, las siguientes son actividades destinadas a compartirse en el hogar. Sin embargo, siéntase libre de explorarlas y agregar sus propias tradiciones religiosas familiares:
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1. La hora de la cena es tiempo de familia. Trate las comidas como un tiempo sagrado que debe ser respetado y honrado. Siempre habrá emergencias, y los horarios complicados siempre serán difíciles de trabajar, pero se debe hacer el esfuerzo para disfrutar este momento en familia.
2. Dar las gracias antes de las comidas, tanto en los restaurantes como en casa. En términos generales, uno puede tomar en serio la advertencia de Cristo de rezar lejos de las miradas indiscretas, pero cuando se hace por el bien de los demás, puede ser un medio suave y eficaz para evangelizar. Al igual que otras muestras públicas de piedad, esto podría parecer poco modesto, pero es una oportunidad magnífica para darle a Dios lo que es suyo.
3. Una familia que reza unida, permanece unida. Muchos de los problemas del mundo son un resultado directo de no traer a Dios a nuestras vidas. La oración puede unir, sanar, aclarar, dilucidar y motivar. Se puede comenzar dando gracias por las comidas y luego continuar con el Rosario. En este mundo, sólo esto puede ayudar.
4. Bendecir la casa. Es una sensación cálida y reconfortante tener un hogar bendecido y dedicado. Si en la familia no hay un amigo sacerdote para hacer los honores, la parroquia puede hacer las coordinaciones para que alguno la visite. Se podría bendecir el hogar dos veces al año, una vez durante el Adviento y la otra en la Cuaresma. Esto ayudará a la familia a tener en cuenta el cambio de los tiempos litúrgicos y la santidad de la vida familiar.
5. Incorporar adornos litúrgicos en el hogar. Las familias que mantienen una corona en su puerta durante todo el año pueden complementarla con una sencilla cinta alrededor, cuyo color refleje el tiempo litúrgico actual. Es una maravillosa herramienta de evangelización y un interesante tema para iniciar conversaciones.
6. Rezar un Rosario en familia. El P. Patrick Peyton, un sacerdote de la Santa Cruz que fue muy activo en el ministerio familiar, repetía a menudo su expresión: “La familia que ora unida, permanece unida”. Difícilmente se podría pensar en una manera más hermosa de llevar la oración y la Luz de Cristo al propio hogar. Crea intimidad, humildad, espiritualidad y una profunda introspección: todas las cosas que tanto faltan en nuestras vidas y en la sociedad en general.
7. Catequizar a los hijos. El deber principal para con los hijos es amarlos y mantenerlos a salvo. Algo importante para ello es enseñarles la fe que ha preservado a sus padres y antepasados. En ese sentido, la Cuaresma es una oportunidad para que la familia aprenda y crezca junta en la fe.
8. Celebrar los sacramentos en familia. No hay mayor actividad comunitaria en la Iglesia que la celebración de los sacramentos, entre ellos la Sagrada Eucaristía. Compartir los sacramentos en familia hará que cada vez se encuentren más cerca unos de otros, de la Iglesia y de Dios.
9. Instalar un altar en la casa. Colocar un altar en el hogar puede servir como símbolo y foco de la propia fe, y como testimonio para aquellos que no son cristianos.
10. Retiro en familia. A medida que las vidas se vuelven más ocupadas, el tiempo dedicado a rememorar se vuelve aún más importante. Por ello, tomar un tiempo en familia ayudará a reconectarse con uno mismo, con los demás miembros del hogar y con Dios.
11. Ser voluntarios en la parroquia como familia. No hay parroquias en la cristiandad que tengan suficientes voluntarios para ejecutar todos sus programas de extensión; siempre les vendría bien una mano. Hable con su párroco o reúnase con el líder del programa de ministros laicos de la parroquia. Hay docenas de oportunidades para que las familias ayuden a difundir el Reino de Dios en la tierra.
12. Visitar a las personas confinadas. Imagínese la soledad y la desesperación vividas por los olvidados de este mundo. Si se espera vivir en Dios, los católicos deben comunicarse con los enfermos, los ancianos y los privados de sus derechos y demostrar el amor de Dios por ellos.
13. Colocar citas bíblicas en la puerta. Los judíos practicantes suelen colocar la mezuzá, un pequeño trozo de pergamino con varios pasajes bíblicos y con la palabra Shaddai, un antiguo nombre de Dios. El pergamino se enrolla en la mezuzá y se fija en los postes de las puertas. En imitación de su declaración de su fe, muchos cristianos modelan de manera similar su propia mezuzá cristiana. Puede ser tan sencillo como una cruz. El punto es hacer una declaración audaz y antisecular sobre la fe, la familia y el hogar.
14. Asistir a la vigilia de Pascua en familia. Asistir a la Vigilia de Pascua es una oportunidad única para compartir la Misa juntos. Estar en una iglesia oscura que gradualmente se llena de luz conforme avanzan las lecturas es emocionante y los hijos lo recordarán durante muchos meses.
15. Preparar cestas de comida de Pascua. Prepare dos cestas de comida y pida al párroco que las bendiga. Una puede ser para la fiesta dominical en familia y la otra para un hogar necesitado. Consulte al sacerdote si toda la parroquia puede participar en esta donación anual.
16. Contribuya a una despensa de alimentos. Cuando compre comestibles para la familia, adquiera algunos artículos adicionales para ayudar a abastecer la despensa de alimentos de la parroquia. Solicite la opinión de sus hijos sobre qué comprar. Pregúnteles qué creen que debe hacer para ayudar a otros necesitados.
17. Vivir una vida ejemplar. Se puede gritar desde la cima el amor por Jesús, pero si no se es capaz de amar, el discurso no es más que un tambor ruidoso o una campana que se expande. En ese sentido, el ejemplo más perfecto que puede dar del amor de Dios en el hogar es amar y honrar al cónyuge. Esta es la base de la educación moral y el desarrollo espiritual de cualquier niño.
18. Poner a Dios en primer lugar. ¿Cómo exactamente se pone a Dios en primer lugar? Probablemente se usaría el mismo medio que se utiliza para suplantarlo con otras cosas. ¿Cómo es que la profesión se convierte en el número uno de nuestras vidas? Al comerciar cosas de valor por cosas que no tienen valor duradero. Lo mismo ocurre con Dios, nuestro Creador, la persona más valiosa del universo y la que nos llama a ser suya. Póngalo primero y el amor y la alegría siempre serán suyos.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en National Catholic Registerel 27 de marzo de 2023. Este artículo fue actualizado para su republicación.