En las últimas semanas, Chile ha vivido una de las más importantes catástrofes del último tiempo, con un incendio forestal que arrasó con más de 9.000 hectáreas de la región de Valparaíso, en el centro del país, con alrededor de 3.000 casas quemadas y más de un centenar de víctimas fatales.
En este contexto, las instituciones católicas Cáritas Chile y Catholic Relief Services (CRS), agencia de ayuda humanitaria de los Obispos Católicos de Estados Unidos, realizan un trabajo conjunto que incluyó la asistencia inmediata y proyectan el trabajo para los próximos meses.
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La coordinadora nacional de riesgos y desastres de Cáritas Chile, Catherine Mella, dialogó con EWTN Noticias sobre la tarea realizada y lo que queda por delante en este tiempo de reconstrucción.
Mella hizo hincapié en la gravedad de estos incendios, teniendo en cuenta que el fuego abarcó un gran territorio que incluye una zona urbana, lo cual “es muy complejo porque todavía hay zonas que es muy difícil acceder”, y la geografía del lugar presenta cerros y quebradas, lo que hace que “la respuesta sea más difícil”.
“Han sido días muy duros para nosotros, pero con mucha esperanza de que vamos a poder llegar a todas las familias que lo requieran, estamos con un plan de respuesta humanitaria, entregando los elementos de primera necesidad que las familias nos han reportado”, expuso.
Si bien el fuego ya está controlado, actualmente se lleva a cabo la “etapa de rehabilitación”, explicó la coordinadora, que consiste en un relevamiento de información para que se restituyan los servicios básicos como el agua y la luz. “Todavía se está identificando cuáles son las familias y haciendo este análisis de daños y necesidades para que la respuesta sea más efectiva, oportuna, eficaz”, explicó.
Trabajo en red
Cáritas activó su red de trabajo “desde el primer momento” en el terreno, acompañando a las familias, aseguró Mella, con una mesa técnica en la que participan coordinadamente Cáritas Nacional y Cáritas Valparaíso, que es la dependencia local de la zona más afectada, y el aporte de las parroquias, las capillas, y los agentes pastorales, para determinar las mayores urgencias y necesidades.
“Nosotros tenemos un vínculo con Catholic Relief Services hace mucho tiempo”, indicó, lo cual sirve de apoyo en esta instancia. “En estos tiempos tan complejos han podido dar ese soporte técnico y también ese soporte afectivo que Cáritas requiere”, valoró.
Los frutos de la prevención
El caso que destacó Mella como “un muy buen ejemplo” es el de Villa Botania, donde se realizó una inversión en preparación, en mitigación, en prevención, y ese barrio se salvó de las llamas.
“Somos parte de un programa de prevención de incendios forestales, que implementamos junto con Conaf con fondos de USAID/BHA hace mucho tiempo, desde 2016, y aquí en Valparaíso estamos desde el 2022”, relató.
A partir de esta experiencia, han podido constatar que “cuando trabajas con la comunidad, y la comunidad es protagonista de sus propias transformaciones, pero ese trabajo es articulado con el gobierno local, con los distintos actores presentes en el territorio, eso en el tiempo tiene un resultado muy positivo: se salvan vidas, se salvan los bienes, y sobre todo se salva el ecosistema”.
“La invitación es a que invirtamos en prevenir, porque de seguro esa inversión va a ser mucho menor que el costo que tiene la respuesta, donde además hay vidas de por medio, que se pierden”, alentó.
“Hay un proyecto de gestión territorial y participativa para la reducción de riesgos de desastres de incendios forestales que han dado muy buenos resultados y que invitamos a seguir replicándolo en todo el territorio”, precisó.
¿Cómo serán los próximos meses?
Actualmente, Cáritas trabaja un plan de respuesta a través de cuatro líneas de trabajo: la línea de habitabilidad, para ofrecer el equipamiento básico a las familias que han perdido todo (cocina, refrigerador, mesa, utensilios); la línea de agua y saneamiento, con kits de higiene diferenciados para hombres y mujeres, y también para niños, adolescentes y adultos, con artículos que no llegan normalmente en las donaciones; la línea de alimentación, que está previsto que continúe funcionando durante algunos meses hasta que las familias recuperen sus medios de vida; y una cuarta línea dedicada puntualmente la recuperación de medios de vida.
“Estamos trabajando en esos cuatro componentes, donde vemos esas necesidades y sabemos que terminando la emergencia inmediata, que son estas primeras dos semanas, vamos a tener que seguir trabajando con las familias”.
“Eso es Cáritas, no es una organización que va y entrega un bien, es una organización que se queda en los territorios, generando vínculos pero sobre todo fortaleciendo resiliencia, resignificando el dolor”, aseguró.
Cáritas Chile invita a colaborar con las campañas activas tanto en su sitio web www.caritaschile.org como en el de Catholic Relief Services.