El P. Patrick Pullicino (74), sacerdote católico desde el año 2019 y médico neurólogo que ha servido durante décadas en el Servicio Nacional de Salud (NHS) en el Reino Unido, acaba de ser absuelto por el Consejo Médico General (GMC, por sus siglas en inglés), tras un proceso de tres años, acusado de “tratar de salvar una vida”.
El también padre de seis hijos, ordenado para la Arquidiócesis de Southwark y que sirve en la St. Bede’s Church en Clapham Park, fue acusado por Celia Kitzinger, una promotora del suicidio asistido y profesora de género y sexualidad en la Universidad de York, que además le exige al Reino Unido reconocer su matrimonio del mismo sexo registrado en Canadá, según señala el Catholic Herald en un artículo del 9 de febrero.
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La investigación contra el P. Pullicino, de origen maltés y especializado también en neurología en el Hospital Salpetriere de París, se centró en su papel en el caso de “RS”, un católico polaco de mediana edad que sufrió daño cerebral luego de un ataque cardíaco en diciembre de 2020, durante la pandemia del covid.
El caso se dio en el Plymouth Hospital, donde los médicos señalaron que el paciente no se recuperaría y que pasaría el resto de su vida en un “estado mínimamente consciente”, por lo que una corte local autorizó que se le retirase la hidratación y nutrición que lo mantenían vivo.
Los parientes de RS buscaron al P. Pullicino para solicitar su opinión como experto neurólogo y catedrático en varias universidades en Estados Unidos, lo que suscitó que Kitzinger lo acusara de mostrar un sesgo por “tratar de salvar la vida de un paciente”, cuando se opuso al retiro de la hidratación y nutrición, en la Navidad de 2020.
En 2021, la Corte Suprema de Justicia del Reino Unido ordenó finalmente el retiro del soporte vital a RS el 14 de enero, ocasionándole la muerte el día 26 de ese mes.
En mayo de 2021, el GMC notificó al sacerdote de la investigación que se abría en su contra sólo a partir de la queja de Kitzinger. Para el proceso, el experto contó con la ayuda del Christian Legal Centre (CLC).
Luego de tres años, el GMC decidió absolver al sacerdote precisando que “el Dr. Pullicino es un experimentado neurólogo consultor, con un registro especial y licencia para practicar, y no tenemos evidencia que sugiera que carece de competencia para evaluar el nivel de conciencia de un paciente”.
“Concluimos que no hay forma realista de probar estas acusaciones y esto se concluye sin acción alguna”, añade el GMC, resaltando además que la fe católica del sacerdote no afectó el caso.
El P. Pullicino, que también fue el neurólogo principal de un importante ensayo clínico del Instituto Nacional de Salud sobre anticoagulación en insuficiencia cardíaca, agradeció el resultado de la investigación y denunció que en esta ha sido “el objetivo de una militante del ‘derecho a morir’, que tiene una agenda para atacar, desacreditar y caricaturizar mi opinión médica”.
Tras resaltar que desde el principio era claro el “ataque discriminatorio contra la opinión médica que di porque soy un sacerdote católico”, el experto resaltó que “los profesionales médicos deben hacer todo lo posible para salvar la vida de otro ser humano”.
Andrea Williams, jefa ejecutiva del CLC, comentó sobre el caso que “la ironía no se nos debe escapar. Este ha sido un médico bajo investigación por realmente tratar de salvar una vida”.
“En un mundo en donde la verdad se hace más extraña que la ficción, vemos ahora médicos que salvan vidas y que son investigados por el GMC”, donde además “no es la primera vez" que se admite "un caso para proceder contra un profesional médico cristiano”.
Despedido por opinar sobre el matrimonio del mismo sexo
En abril de 2023, el P. Pullicino escribió un artículo en Premier Christianity, en el que relató cómo fue que lo despidieron del cargo de capellán a medio tiempo del Springfield University Hospital, donde asistía a los enfermos, les daba la comunión y lideraba un grupo de Biblia.
Un día un paciente le preguntó sobre su opinión sobre el matrimonio del mismo sexo, porque quería casarse con el hombre que era su pareja: “En respuesta, le pregunté qué creía que pensaría Dios sobre eso. También me dijo que su padre estaba molesto por su estilo de vida y le dije que tal vez yo también lo estaría, si estuviera en la situación de su padre, y lo alenté a que siguiera hablando con él”.
El hombre se fue, no lo volvió a ver, pero se quejó con el hospital alegando que el sacerdote le dijo que se “iría al infierno”, algo que el P. Pullicino niega, y lo despidieron.
El hospital se disculpó con el hombre por lo que supuestamente dijo el sacerdote y el caso llegó a los tribunales, donde el presbítero y neurólogo fue absuelto, recibiendo además 10 mil libras, unos 12 600 dólares como compensación, aunque no lo repusieron en su puesto.
Unos años antes, en marzo de 2020, el sacerdote publicó un artículo de opinión en The Times of Malta, en donde señaló: “Habiendo estado casado, creo que uno de los principales problemas que veo a la hora de apoyar las uniones de personas del mismo sexo es que socavan el matrimonio, que ha sido la base de la sociedad durante miles de años”.
“No sólo garantiza que el ciclo de la vida continúe, sino que el matrimonio crea un refugio seguro para que los niños crezcan y maduren”, subrayó.