El Administrador Apostólico de la diócesis de Mar del Plata (Argentina), Mons. Ernesto Giobando, presidió la Misa por los 150 años de la ciudad este sábado 10 de febrero en la Catedral local.
En la Eucaristía participaron el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, el exsenador y exministro Esteban Bullrich, el empresario y dueño del diario La Capital, Florencio Aldrey; entre otros; y fue concelebrada por el Obispo Emérito de Chascomús, Mons. Carlos Malfa, originario de Mar del Plata.
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La Misa se celebró cuando aún existe una gran preocupación en los fieles ya que en menos de 3 meses han renunciado dos obispos nombrados por el Papa Francisco –el primero por motivos de salud y el segundo tras ser acusado de acosar a una mujer– y se informó que el último administrador diocesano será sometido a un “procedimiento canónico” y residirá en la diócesis de Jujuy, ubicada a unos 1900 kilómetros al noroeste.
En su homilía, Mons. Giobando, también Obispo Auxiliar de Buenos Aires, indicó que el Evangelio anima a los fieles a que “vuelvan a echar las redes mar adentro. Esta palabra de Jesús ‘navega mar adentro y echa las redes’ es una invitación en esta mañana para todos los que queremos habitar, vivir, trabajar” aquí.
Mar del Plata, cabecera de la diócesis homónima, se ubica en la costa atlántica de la Provincia de Buenos Aires y es la localidad turística más importante del país. Se calcula que más de 8 millones de personas la visitan cada año.
“Cuando uno está mar adentro se da cuenta de lo que significa: estar en ese lugar, bastante lejos de la orilla con la única seguridad que da la embarcación y los otros compañeros de trabajo, de navegación, [están] cada uno en su lugar. En un barco cada uno tiene su tarea, no puede uno hacer lo que le toca al otro porque si no se hunde”, continuó el prelado.
Mons. Giobando recordó que “hace poquito que estoy en Mar del Plata: 3 semanas. Y las cosas que me vienen como imagen es que esta ciudad trabaja para que millones descansen”.
El Obispo jesuita asumió el cargo de Administrador Apostólico de la Diócesis de Mar del Plata el viernes 19 de enero, puesto que tendrá hasta el nombramiento del siguiente obispo.
“La ciudad trabaja para que aquellos que vienen se vayan un poco más felices en sus vidas. Por eso se llama la 'Ciudad feliz’, una ciudad feliz que implica mucho esfuerzo, implica desafíos, porque la felicidad no es algo que se alcance en tres días. La felicidad implica mucho trabajo”, resaltó el prelado argentino.
El prelado recordó luego al Beato Eduardo Pironio, quien fue Obispo de Mar del Plata cuando la ciudad cumplió 100 años; así como la canonización de Mama Antula este domingo 11 de febrero, la primera santa mujer argentina, en cuya postulación trabajó muy de cerca.
En un breve mensaje publicado en la red social X, Mons. Giobando comentó que “lamentablemente no pude viajar a Roma por mis obligaciones pastorales en la Diócesis de Mar del Plata. Ha sido un lindo camino que hemos recorrido en estos meses, ahora a disfrutar de esta semana junto a los peregrinos en Roma”.
El Administrador Apostólico de Mar del Plata también compartió que han rezado “para que el Señor nos conceda no sólo prosperidad sino también justicia, paz. Podemos agregar trabajo para todos, honestidad en los que llevamos adelante distintas responsabilidades de esta ciudad”.
Finalmente el prelado animó a rezar para que Argentina supere su actual situación y destacó que “vamos a salir adelante sólo con diálogo y grandeza de corazón”.