El Papa Francisco presidirá el domingo 11 de febrero la ceremonia de canonización de la beata María Antonia de San José, “Mama Antula”, la primera santa mujer de la historia argentina, una laica consagrada que recorrió miles de kilómetros a pie para llevar el Evangelio y difundir el legado de los Jesuitas, y que es considerada “madre espiritual de la Patria”.
Nacida en 1730 en Villa Silípica, hoy provincia de Santiago del Estero, en el seno de una familia bien posicionada, a sus 15 años María Antonia de Paz y Figueroa desafió las costumbres de la época al anunciar a su padre que no se casaría ni sería religiosa.
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¿Qué hizo Mama Antula?
Popularmente conocida como Mama Antula, una forma afectuosa de referirse a Madre Antonia que le dieron los aborígenes quechuas, esta mujer comenzó a acercarse a la práctica religiosa con los Jesuitas, con quienes colaboró durante los siguientes 20 años, convirtiéndose en una laica consagrada al servicio de la Compañía de Jesús, bajo el nombre María Antonia de San José.
En 1767, luego de la expulsión de los Jesuitas de España y, por ende, del Virreinato del Perú —que entonces abarcaba gran parte de América del Sur—, Mama Antula se hizo cargo de llevar de pueblo en pueblo el legado que los religiosos habían dejado en la región, especialmente con la promoción de los ejercicios espirituales de su fundador, San Ignacio de Loyola.
Según explicó el historiador René Galván al medio argentino Nuevo Diario, la futura santa “rompe con las estructuras sociales-religiosas de su contexto histórico. Cuando lo esperable para una mujer de una familia bien posicionada era el casamiento o, en su defecto, que tomara los hábitos como monja, María Antonia asume una postura intermedia: la de ser laica consagrada ante la expulsión de los jesuitas”.
Según recoge la agencia oficial argentina Télam, con ocasión de su beatificación, celebrada en 2016, la postuladora de la causa, Silvia Correale, recordó que su apostolado llevó a la laica santiagueña "a recorrer las provincias del norte argentino, tres mil kilómetros a pie, realizando su misión de un modo muy sencillo, orientada a la conversión de los pecadores y a la salvación de las prácticas a partir de los ejercicios espirituales, cambiando su forma de vida".
Mama Antula recorrió así las hoy provincias argentinas de Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y Córdoba, hasta llegar en 1779 a Buenos Aires. Toda esta región era, desde 1776, territorio del naciente Virreinato del Río de la Plata.
Mama Antula y los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola
En 1779 llegó a Buenos Aires, sucia, descalza y vestida con un hábito negro que le había entregado un jesuita, caminando por la ruta de esa época que hoy conforma la Avenida Rivadavia. A su llegada fue tratada "de loca, bruja” y fue apedreada, por lo que se refugió en la capilla colonial de La Piedad, relata la agencia AICA.
Allí comenzó a construir su gran obra: la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, que aún hoy se encuentra en funcionamiento, ubicada en la Av. Independencia 1190, edificada sobre terrenos donados y con dinero obtenido a través de la limosna de los fieles.
Por allí pasaron próceres de la época, entre ellos el Virrey Santiago de Liniers, y varios de los “hombres de Mayo”, protagonistas del primer gobierno patrio, como Cornelio Saavedra, Manuel Belgrano, Juan José Castelli y Mariano Moreno.
Mama Antula promovía los ejercicios espirituales, sin distinción entre ricos y pobres. Según recoge el diario Perfil, el P. Ramón Tenti, rector del santuario en Villa Silípica y autor de un libro biográfico sobre la futura santa, afirma que su obra evangelizadora fue “titánica” y ayudó a la conversión de unas 70 mil almas en la época del Virreinato del Río de la Plata.
Entre sus tareas, ayudaba a los pobres y marginados; y protegía a las mujeres sin hogar y niños abandonados, a quienes alimentaba, vestía y les daba un hogar, bautizándolos con el apellido “San José”.
Su correspondencia con los jesuitas, con innumerables referencias históricas, es considerada la primera literatura originaria del Río de la Plata.
¿Dónde está enterrada Mama Antula?
María Antonia falleció el 7 de marzo de 1799, y tal como lo indica su testamento, que aún se conserva por escrito, fue sepultada “en el campo santo de La Piedad”, con “un entierro sencillo, de pobre", relató el P. Raúl Laurencena, párroco de La Piedad, a Télam. Por ese motivo, al construirse la Basílica, fue difícil dar con sus restos aunque finalmente fueron encontrados.
Su tumba fue declarada Sepulcro Histórico Nacional en 2014, y se puede visitar en Bartolomé Mitre 1523, de la ciudad de Buenos Aires.
¿Qué milagros hizo Mama Antula?
Mama Antula fue beatificada por el Cardenal Angelo Amato, enviado papal para la ocasión, el 27 de agosto de 2016, en Santiago del Estero. El milagro que posibilitó su beatificación fue la curación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador llamada Vanina Rosa, quien recuperó la salud en el año 1905.
El segundo milagro, que la llevará a la canonización, ocurrió en 2017 en la provincia argentina de Santa Fe, con la curación de Claudio Perusini, quien ingresó al Hospital Cullen a raíz de un accidente cerebrovascular. La situación era gravísima y el pronóstico, desesperante: 48 horas de vida.
Un amigo de Perusini desde la adolescencia, Mons. Ernesto Giobando —actual Administrador Apostólico de Mar del Plata—, llegó desde Buenos Aires a visitarlo y llevó una estampita de Mama Antula, invitando a los familiares a rezarle. El paciente sobrevivió, se recuperó, y su curación fue atribuida a la intercesión de la santiagueña.
La ceremonia de canonización será presidida por el Papa Francisco el domingo 11 de febrero a las 9:30 a.m. (hora de Roma) al interior de la Basílica de San Pedro, y contará con la presencia del presidente de Argentina, Javier Milei, junto a una reducida comitiva. Se transmitirá en vivo por EWTN.
Las Diócesis de Santiago del Estero y Añatuya, y la Arquidiócesis de Buenos Aires organizan este fin de semana actividades y vigilias en torno a esta gran fiesta de la Iglesia en Argentina.