Desde el pasado jueves, dos sacerdotes claretianos permanecen en cautiverio luego de ser secuestrados de la rectoría parroquial en la Diócesis de Pankshin, en el estado nigeriano de Plateau, en medio de la oleada de violencia de las pandillas en el país.

Además, apenas tres días antes, seis niños y dos profesores de una escuela cristiana en el estado de Ekiti sufrieron un destino similar, aunque fueron liberados el último domingo 4 de febrero.

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Claretianos secuestrados

ACI África —agencia del Grupo ACI en África— informó que los sacerdotes Kenneth Kanwa y Jude Nwachukwu habían sido raptados la noche del jueves 1 de febrero.

El P. Dominic Ukpong, secretario provincial de la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Claretianos), solicitó “oraciones en este momento difícil por su seguridad y su rápida liberación del cautiverio”.

“Que la Santísima Virgen María interceda por los hijos de su Inmaculado Corazón. Amén”, imploró a través de un comunicado.

Alumnos y profesores liberados

El lunes 29 de enero, un grupo conformado por seis niños y dos profesores del colegio de la “Iglesia de la Fe Apostólica”, en Emure, una localidad del estado de Ekiti, también fueron capturados por sujetos no identificados.

De acuerdo a la Agencia de Noticias de Nigeria (NAN), todos llegaron a ser liberados alrededor de las 2:00 a.m. (hora local) del domingo 4 de febrero, después de seis días en cautiverio. Lamentablemente, se confirmó la muerte del conductor del autobús escolar, Taye Rasaki.

“Todas las víctimas fueron rescatadas hoy en las primeras horas de hoy, domingo, pero desafortunadamente, perdimos al conductor que se sospecha que fue asesinado por los secuestradores”, declaró el vocero de la Policía, Sunday Abutu, según detalla ACI África.

Abuto, no confirmó si se había pagado dinero por el rescate, pero aseguró que las investigaciones continuarán hasta la captura de los perpetradores y que se haga justicia.

Los obispos católicos de la Provincia Eclesiástica de Ibadan, en Nigeria, difundieron un comunicado el martes 6 de febrero en el que expresaron “consternación” por los “eventos desafortunados”.

“Esta ola de criminalidad es un asalto brutal a nuestro respeto colectivo por la institución tradicional y la decencia”, lamentaron los prelados, y advirtieron que “Nigeria se está convirtiendo rápidamente en un campo hostil de asesinatos”.

El aumento en los casos de criminalidad, agregan, “indica el descenso de nuestra sociedad a un estado hobbesiano de naturaleza desagradable, brutal”. El término “estado hobbesiano” se refiere a la visión política del filósofo Thomas Hobbes en su obra “Leviatán”. Se refiere a un estado de naturaleza en el que la sociedad se caracteriza por el conflicto, la competencia y la ausencia de autoridad centralizada.

Nigeria ha venido luchando contra una ola de violencia generada por pandillas, cuyos miembros llevan a cabo ataques indiscriminados, secuestros para solicitar rescate y, en algunos casos, asesinatos.