Durante una Misa celebrada en una parroquia confiada a la Compañía de Jesús (Jesuitas) en la Ciudad de México, un sacerdote bendijo a una pareja homosexual, y justificó el acto en la declaración Fiducia supplicans del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano.
El domingo 28 de enero, al finalizar la Eucaristía de las 7:00 p.m. (hora local), una pareja del mismo sexo subió a un lado del altar de la parroquia de la Sagrada Familia, en la colonia Roma Norte, donde el sacerdote redentorista estadounidense Patrick Keyes le impartió la bendición.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
“Shock total”
Entre los asistentes a la Misa dominical se encontraba Cindy Ochoa, quien compartió con ACI Prensa su sorpresa y “shock total” ante la bendición.
Según su relato, la bendición fue anunciada durante los “avisos parroquiales” por el sacerdote jesuita y párroco del templo, P. Gonzalo Rosas. Sin ofrecer detalles, el presbítero informó a la comunidad que se llevaría a cabo una “bendición especial a una pareja de jóvenes que están aquí”.
Ochoa indicó que al concluir la Misa, el P. Patrick Keyes roció con agua bendita a todos los fieles presentes. Luego, la pareja homosexual se acercó al altar y “el sacerdote extranjero [el P. Patrick Keyes] no sé qué palabras les dijo, pero los bendijo”.
Según recordó Ochoa, el P. Gonzalo Rosas dijo a quienes estaban en el templo que “no se está casando [a la pareja homosexual]. Sólo es una bendición”.
“No exagero, sentí un dolor en mi corazón. Dije: No, no puede ser”, expresó la mujer a ACI Prensa.
Sacerdote jesuita reconoce que fue un “gran error”
Entrevistado por ACI Prensa, el P. Gonzalo Rosas admitió que la forma en que se llevó a cabo la bendición fue un “gran error”.
Ese domingo, recordó, el P. Keyes le dijo durante la Misa que una pareja homosexual le había pedido la bendición.
“Le digo: ‘Patrick, ¿tú conoces el documento? No lo podemos hacer aquí. Y además, tendría que ser algo como dice el documento, fuera de toda la liturgia y de algo que no se confunda la gente’”.
El P. Rosas señaló luego que le pareció “descuidado” que el P. Keyes “simplemente aceptó y ya nomás me avisó”, pero finalmente, al ser el párroco aceptó que se realice la bendición. “Dije: ‘Está bien, tampoco no voy a hacer drama’”.
No obstante, dijo que con la intención de evitar que se “preste a confusión” y se piense que “se están brincando las instrucciones [del Dicasterio para la Doctrina de la Fe]”, el P. Rosas tomó la decisión de dar la bendición al finalizar la Misa.
Posteriormente, recordó el P. Rosas, se indicó a los fieles presentes que el P. Patrick "ni los casó, ni faltamos al respeto. Solamente se les dio la bendición, como indica el documento [Fiducia supplicans]”.
Además, indicó que es la primera vez que les solicitan una bendición, porque “nunca le dábamos bendiciones de nada en esta Misa”.
"Acepto que hubo un error. Soy consciente de ello. Pero debemos seguir adelante", dijo el sacerdote jesuita.
“Misa por la inclusión”
Aunque se trató de una Eucaristía de domingo abierta a todos los fieles, la celebración del 28 de enero a las 7:00 p.m. fue denominada “Misa por la inclusión”, y fue convocada por diversas organizaciones LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales).
Al compartir fotografías de la Misa, el “Colectivo Teresa de Cepeda y Ahumada” expresó a través de sus redes sociales: “Gracias a todxs lxs que participaron”.
El P. Gonzalo Rosas indicó a ACI Prensa que esta “Misa por la inclusión” es una iniciativa que surge para “acompañar, escuchar, no juzgar, no descalificar” a las personas LGTB.
De acuerdo al sacerdote jesuita, en la zona en la que se encuentra su parroquia hay “mucha presencia de diversidad sexual”.
En estos eventos, indicó, se hace la Eucaristía “como cualquier Misa”, pero “ellos hacen la homilía”, dijo el sacerdote jesuita.
Fiducia supplicans y las bendiciones a “parejas en situaciones irregulares”
En la declaración Fiducia supplicans, publicada el 18 de diciembre de 2023, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe indicó que los sacerdotes católicos pueden bendecir “a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su status ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio”.
“Para evitar cualquier forma de confusión o de escándalo”, el documento del Vaticano establece que estas bendiciones no se pueden realizar “al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos. Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio”.
Además, subraya que se trata de una “bendición espontánea”.
En una nota de prensa publicada el 4 de enero, en respuesta a reacciones de obispos en diversas partes del mundo a Fiducia supplicans, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe indica que esas “bendiciones pastorales” deben ser “muy breves” y realizarse “sin Ritual ni Bendicional”.
En esas bendiciones, añade, se debe incluir una petición para que “puedan vivir en plena fidelidad al Evangelio de Cristo” y que el Espíritu Santo “pueda liberar a esas dos personas de todo lo que no responda a su voluntad divina, de todo lo que necesite purificación”.
Para evitar confusiones con el sacramento del Matrimonio o ceremonias civiles de unión, además de no llevar vestimentas que puedan inducir esa idea, se señala que la bendición “no debería realizarse en un lugar destacado del templo o frente al altar, porque esto también crearía confusión”.