El procurador general de la Nación en Panamá, Javier Caraballo, explicó este lunes 5 de febrero que el trato que se le da al Cardenal José Luis Lacunza Maestrojuán, Obispo de David, tras su desaparición y luego de ser encontrado, es el que recibe una víctima.
En declaraciones a los periodistas, Caraballo recordó que las autoridades recibieron “la denuncia de una desaparición de este alto prelado de la Iglesia Católica. De manera inmediata desplegamos todos los esfuerzos, tanto del Ministerio Público como la Policía Nacional [y] el señor es ubicado”.
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“No obstante es importante establecer que el trato respecto a él siempre ha sido el trato que se le da a una víctima; es decir a la víctima o posible víctima de una conducta delictiva”, agregó el procurador.
“De manera tal que, a pesar de que sabemos que la ciudadanía está ávida en conocer, nosotros debemos respetar la intimidad y debemos respetar los derechos de la víctima y eso es lo que estamos haciendo”, precisó Caraballo.
“Nosotros tenemos que respetar los derechos de la víctima y vamos a hacerlo”, remarcó.
El caso del Cardenal Lacunza
La Iglesia Católica en Panamá denunció el jueves 1 de febrero que el Cardenal estaba desaparecido desde el 30 de enero, lo que suscitó las investigaciones respectivas de las autoridades civiles, concretamente de la fiscalía.
Ese mismo jueves por la tarde, la Diócesis de David informó que el purpurado ya estaba “de regreso con nosotros y en recuperación”.
El domingo 4 de febrero, en una Misa celebrada en la Catedral de San José, el Cardenal Lacunza pidió perdón “por el disgusto que les causé los días pasados. Sé que pasaron un mal rato. Algunas, derramaron abundantes lágrimas. No las merezco, se lo digo sinceramente, pero las agradezco. Y agradezco sobre todo sus oraciones”.
El purpurado consideró que lo ocurrido “fue una trastada [travesura] estúpida. Que no las hice cuando tenía 15 años y la he hecho ahora cuando voy a cumplir 80. ¡Qué barbaridad! Cuando más viejo, más pendejo”.
Ni el Cardenal Lacunza o las demás autoridades de la Iglesia Católica en Panamá, ni las autoridades civiles o la Policía Nacional, han explicado lo que ocurrió con el purpurado mientras estuvo desaparecido desde la tarde del 30 de enero hasta la tarde del 1 de febrero, cuando fue “ubicado sano y salvo” en su automóvil, en una carretera en el distrito de Boquete, provincia de Chiriquí, a unos 39 kilómetros de la ciudad de David.
¿Quién es el Cardenal Lacunza?
Nacido en Pamplona (España) el 24 de febrero de 1944 y miembro de la Orden de los Agustinos Recoletos, el Cardenal Lacunza hizo sus votos solemnes en 1967 en Pamplona (España) y fue ordenado sacerdote en 1969. Fue profesor en Madrid y luego de esta misión lo enviaron a Panamá, donde fue nombrado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis del mismo nombre en 1985.
En 1994 fue nombrado Obispo de Chitré y en 1999 Obispo de David. Tras desempeñarse como presidente de la Conferencia Episcopal Panameña en los periodos 2004-2007 y 2007-2013, fue creado cardenal el 14 de febrero de 2015 por el Papa Francisco.
El 24 de febrero de este año cumplirá 80 años, por lo que dejará de ser uno de los cardenales electores en un eventual cónclave para elegir a un nuevo Papa.
Soy esposo desde 2008. Con mi esposa tenemos tres hijos aquí y uno que se fue al cielo en 2023, antes de nacer. Desde que me incorporé a ACI Prensa en 2005, he tenido la oportunidad de cubrir diversos eventos de la Iglesia Católica. Entre ellos, las Jornadas Mundiales de la Juventud en Colonia, Madrid y Río de Janeiro y los viajes apostólicos del Papa Benedicto XVI a México y del Papa Francisco a Corea del Sur. He sido enviado al Vaticano para cubrir los sínodos de la Familia, en 2015; de la Amazonía, en 2019 y el de la Sinodalidad, en 2023. Sigo de cerca la situación de la Iglesia Católica en Nicaragua, que sufre la persecución de la dictadura de Daniel Ortega, así como la actualidad eclesial en la región.
