Gerson Gonzales, un joven peruano de 29 años con atracción del mismo sexo y que ha hecho una promesa pública de castidad, además de liderar el apostolado Éxodo y Victoria para católicos que están en una situación similar, publicó un video en el que critica la declaración Fiducia supplicans del Vaticano, ya que consideró que con ese texto se abandona a las personas a seguir apegados al estilo de vida homosexual; y en el que solicita al Papa Francisco que anule el documento.
En el video publicado el 31 de enero, Gonzales comenta que sugiere que se anule el documento porque, de otro modo, entonces se tendría “un signo de que no nos toman en serio, que no toman en serio nuestra salvación, que nos dan la espalda y que no nos aman verdaderamente”.
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Dos aspectos positivos de Fiducia supplicans
Tras señalar que hizo el video “con profundo respeto” y con “espíritu filial”, el joven peruano agradece que Fiducia supplicans recuerde que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer abierta a la vida; y a quienes esperan o quisieran que eso cambie, los anima a “convertirse, a que se quiten de la cabeza esa ilusión que no viene de Dios”.
El joven también agradece que la declaración resalte la importancia de que cualquier persona puede recibir una bendición, pero precisa que eso “tranquilamente ha podido ser destacado en una catequesis particular. Estas dos cosas me parecen muy valiosas y agradezco que se hayan hecho”.
El drama de la homosexualidad y Fiducia supplicans
Para Gonzales, que con el documento se pueda decir: “‘bendigo a la pareja, pero no la unión’ es un error, porque al bendecir a la pareja [el sacerdote] está bendiciendo la unión que ellos conforman y todo lo que eso abarca”.
El joven comenta luego que la homosexualidad, en su opinión, “es la suma de nuestra especial sensibilidad más nuestras heridas afectivas, sexuales y de autoestima, heridas de las cuales no somos conscientes ni responsables”.
“Más allá de la búsqueda de cuáles son las razones por las que experimentamos esta realidad, lo que es verdad en el presente es que cuando experimentamos esta atracción por el mismo sexo (…) lo que está ocurriendo en mí es que estoy proyectándome en esa persona de alguna manera: estoy viendo en ese hombre al hombre que yo quisiera ser”.
Por ello, si una persona practica “actos homosexuales” como “estar en pareja del mismo sexo, lo que voy a hacer es fortalecer mi homosexualidad, hacer más profundas mis heridas, hacer más grandes mis miedos, mis inseguridades, mis frustraciones, mis carencias afectivas, etc.”.
Para el joven, en una relación homosexual el “amor de amigos que debería ser sano se ha corrompido por nuestras heridas y nuestras apetencias”. Y por esto, señala, conviene que “renunciemos a la práctica homosexual, entre ellas el hecho de estar en pareja”.
Fiducia supplicans “no responde” a las necesidades de los homosexuales
Por todas estas razones, Gonzales resaltó que “Fiducia supplicans no responde a las verdaderas necesidades que tenemos las personas homosexuales dentro de la Iglesia Católica”.
“Nosotros necesitamos que los miembros de la Iglesia nos presenten el verdadero rostro de la Iglesia, el gozoso mensaje de Jesucristo para nosotros, que se nos muestre el Evangelio completo, que se nos anuncie nuestro llamado a la santidad, que nos invite a vivir la virtud de la castidad”, aseguró.
Eso, “en nuestra condición implica vivir nuestra tendencia homosexual en celibato, que es posible con la gracia de Dios”, destacó el joven peruano.
“Necesitamos que los miembros de la Iglesia nos alienten, nos acompañen, nos ayuden, que oren por nosotros, que los sacerdotes nos administren los sacramentos, que nos acompañen con la oración de intercesión, que nos ayuden a vivir según el plan de Dios, porque es así como podremos experimentar la verdadera alegría”.
Esto no significa que las parejas del mismo sexo terminen siendo abandonadas, sino que deben ser acogidas e “invitadas a la conversión, a la santificación”, para que en algún momento “ellos libremente tomen la decisión de separarse” pero para eso tienen que tener “el panorama completo de cómo será su camino de perfección cristiana”.
“Necesitamos que la Iglesia nos recuerde que nuestros nombres están escritos en el cielo y que es hacia allá donde debemos apuntar”, remarcó.