El P. Augusto Meloni, sacerdote y médico que ocupó un alto cargo en la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió que se está buscando manipular “las conciencias” en el Perú con el fin de “disfrazar de libertad” la decisión de Ana Estrada, la mujer que podrá aplicarse la eutanasia eligiendo a un médico de su confianza, a pesar de que esta práctica es ilegal en este país.
“Este caso es parte de toda esa secuela que se vive en muchos países, diríamos, como una pandemia globalizada, donde se produce el oscurecimiento de las conciencias, que manipuladas por la llamada ‘cultura de la muerte’, no celebran la vida sino la muerte. Y este es un caso más”, señaló en una entrevista concedida a EWTN Noticias el 29 de enero.
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Ana Estrada es una activista peruana de 47 años que padece polimiositis —una enfermedad incurable que la ha dejado en silla de ruedas— y que, desde el 2019, reclama al Estado poder aplicarse la eutanasia.
La eutanasia no es legal en el Perú. Sin embargo, en el 2022 el Poder Judicial falló a favor de Estrada para que “se inaplique” el artículo 112° del Código Penal vigente, que sanciona con una pena de prisión no mayor de 3 años al que “por piedad, mata a un enfermo incurable”. En febrero último, la Corte Superior de Justicia de Lima ordenó al Seguro Social de Salud (EsSalud) y al Ministerio de Salud (Minsa) respetar la decisión de la paciente.
Recientemente, EsSalud concluyó que no era preciso llevar a cabo una evaluación psicológica adicional a la practicada en octubre pasado y decidió que Estrada pueda designar a una persona de confianza para otorgar el consentimiento mediante su firma.
“Como no se puede obligar a un médico a no hacer uso de la objeción de conciencia, entonces, en este caso, se puede elegir alguien que tenga tanta oscuridad y confusión como uno para que practique el asesinato, al cual llaman procedimiento o ‘derecho’”, señaló el P. Meloni.
También comentó que con Estrada sería “el primer caso” de la aplicación de la eutanasia en el Perú, y lo calificó de “doloroso” porque “muestra cómo el ser humano no tiene la capacidad de discernir acerca del bien y del mal, de la verdad y de la mentira y el engaño”.
El presbítero criticó al Estado peruano porque no se ha “dedicado a la defensa de la vida y la salud”. “Conseguir que el Estado sea parte de la maquinaria de la cultura de la muerte es el objetivo final”, aseveró.
También criticó “el apoyo de algunos medios de comunicación” que, “a partir de argumentos emocionales, pretenden que la opinión pública se sensibilice favorablemente”.
“Hay que hacer mucha oración, es realmente un momento de mucha oscuridad en nuestro país”, subrayó.
Los obispos del Perú también se han pronunciado anteriormente en contra del fallo que permite la aplicación de la eutanasia a Ana Estrada.
En un comunicado del 27 de febrero de 2021, señalaron que “la Iglesia, a imitación de Jesús, el Buen Samaritano, siempre atenderá, cuidará y acompañará a los enfermos, en la certeza que toda vida humana es inalienable y tiene un valor infinito porque es don de Dios”.
“Debemos recordar que la eutanasia siempre será un camino equivocado, porque es atentar contra el derecho inalienable a la vida, causa directamente la muerte de un ser humano y por ello es un acto intrínsecamente malo en toda ocasión y circunstancia”, explicaron.
Según el P. Meloni, la libertad consiste “en vivir en la verdad” y, por tanto, “tenemos la responsabilidad de ayudar a formar las conciencias” mediante “la luz de la verdad”. “Y sin el don de la fe, vamos a caer en la esclavitud de nuestros supuestos derechos, de los deseos”, concluye.
En la actualidad, Colombia es el único país de América Latina en el que la eutanasia ha sido despenalizada.