¿Quién fue el fundador de Comunión y Liberación? El periodista español Fernando de Haro responde a esta pregunta a través de “Perché sono un uomo” (Porque soy un hombre), el libro que narra la vida de D. Luigi Giussani de una forma diferente.
El lunes 29 de enero, el director del programa radiofónico “La tarde de Cope”, presentó en Roma la versión italiana de este libro que pretende acercar, sobre todo a los jóvenes, la figura de este sacerdote italiano, “un cristiano libre que vibró con la humanidad”.
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De Haro remarcó que esta obra no es una biografía, sino un “romance de no ficción” que introduce de manera inédita la figura atemporal de D. Giussani, quien dedicó gran parte de su vida “a dar respuesta a sus preguntas humanas a través de la fe”.
“Era un sacerdote no clerical, con una humanidad fascinante que aseguraba que si la fe no es vivida como una respuesta a una pregunta humana, no funciona”.
El conocido periodista español recordó que, cuando D. Giussani llegó a la ciudad italiana de Milán en 1954, se encontró con el problema de la secularización.
Durante diez años, desde 1954 hasta 1964, enseñó en el Liceo Clásico “G. Berchet” de Milán. Comenzó a desarrollar entonces una actividad de investigación y de publicaciones, dirigida a centrar la atención dentro y fuera de la Iglesia en el problema educativo.
Según destacó el autor del libro, Giussani trabajó para crear un nuevo modelo educativo para la transmisión de la fe, enseñando a sus alumnos “a juzgar todo, incluso lo que él mismo les enseñaba”.
La meta del P. Luigi era que los jóvenes aprendieran a través de la libertad y que se hicieran las preguntas necesarias sobre su existencia y la humanidad, para llegar a la única respuesta posible: “Jesús es el verdadero hijo de Dios”.
¿Por qué se llama Comunión y Liberación?
Fernando de Haro explicó que el nombre de este movimiento eclesial “surgió gracias a los jóvenes que le seguían”.
“Aseguraban que la liberación sucede en la comunión con la Iglesia. Tenían una exigencia real de liberación. Nada del movimiento nació en una mesa de trabajo, todo fueron respuestas a las circunstancias”, expresó.
Según el periodista español, el P. Giussani defendía que “la fe florece al final de la razón” y “a través de un camino razonable”.
Además, presentaba la fe “como una ocasión para gozar la vida”, convirtiéndose en un sacerdote diferente e “imprevisible”.
Biografía de D. Luigi Giussani
Nació en 1922, en Desio, un pueblo cerca de Milán. De su madre, Ángela, recibió la primera y cotidiana introducción a la fe. De su padre, Beniamino, tallador de madera y restaurador, recibió la invitación constante a preguntarse el porqué de las cosas.
Entró en el seminario diocesano de Milán siendo muy joven para luego continuar y finalizar sus estudios en la Facultad de Teología de Venegono. Además de la formación cultural y de las relaciones de estima y humanidad viva que tuvo con algunos de sus maestros, Venegono fue para Giussani un ámbito importantísimo para vivir la amistad con algunos de sus compañeros como Enrico Manfredini, futuro Arzobispo de Bologna.
También pudo descubrir el valor de la vocación, valor que se realiza en el mundo y para el mundo. Fueron años de estudio intenso y de grandes descubrimientos.
En aquellos años se reforzó la convicción de que la cima de todo genio humano es profecía, a menudo inconsciente, del acontecimiento de Cristo. Desde entonces, la idea de que la verdad se reconoce por la belleza con que se manifiesta, formó siempre parte de su método educativo.
A la disciplina y el orden en la vida del seminario se sumó la fuerza de un temperamento que se distinguió en el coloquio con sus superiores y en las actividades con los compañeros, por su vivacidad y agudeza. Ya ordenado sacerdote, don Giussani se quedó como profesor en el mismo seminario de Venegono.
A mediados de los años 50 abandonó la enseñanza en el seminario por la escuela media superior. Durante diez años enseñó en el Liceo Clásico “G. Berchet” de Milán. Desde 1964 hasta 1990 ostentó la cátedra de Introducción a la Teología en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán.
El nombre actual del movimiento, "Comunión y Liberación" (CL), apareció por primera vez en 1969 y el Vaticano, bajo el expreso deseo del Papa Juan Pablo II, reconoció el estatuto de Fraternidad en 1982.
Don Giussani creó esta iniciativa por su convencimiento de que el acontecimiento cristiano, vivido en la comunión, es fundamento de la auténtica liberación del hombre.
Con el tiempo, los grupos que pertenecen a este movimiento se dedicaron a obras culturales y caritativas tanto en Italia como en otros países, obras como el Banco Alimenticio, que proporciona comida y alojamiento a medio millón de pobres en Italia o el Banco Farmacéutico, así como centros de solidaridad para ex convictos, desempleados o familias pobres.
En la actualidad CL está presente en unos setenta países de los cinco continentes. D. Giussani falleció el 22 de febrero de 2005 en Milán.