Stella McGuire es una niña estadounidense de 11 años de edad, quien en un artículo para el National Catholic Register, demuestra que incluso los más pequeños “conocen por qué la vida debe protegerse en todas las etapas”.
Stella asistió a la Marcha por la Vida que se celebró en Washington D.C., capital de los Estados Unidos, el pasado 19 de enero. Allí, se congregó junto a miles de personas para celebrar la belleza y la dignidad de cada vida humana y para exigir el fin del aborto en todo el país.
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“Estoy a favor de la vida porque hay que cuidar a todas las personas de la Tierra, sean niños o padres”, escribió ella misma en el Register. Y añadió: “Creo que todos los bebés deben ser protegidos y amados. Y no solo los bebés, sino también las madres”.
La joven, que estudia sexto grado de primaria en Maryland, recuerda la primera vez que escuchó sobre el aborto: “¿Cómo es posible que esto esté en la cabeza de la gente?”, pensó. Manifestó también que las madres consideran el aborto porque “sienten que nadie está ahí para ellas; se sienten solas”.
Es por ello que considera importante iniciativas como la Marcha por la Vida. En ese sentido, afirmó que el lema del evento (“Con cada madre, por cada niño”) es muy importante porque desmonta la creencia de que las personas que abogan por la vida no se preocupan por las mujeres embarazadas.
“Por supuesto, eso no es cierto. Quiero que todos los bebés y todas las madres se sientan queridos”, añadió Stella. Además, remarcó que entre los oradores durante la apertura de la marcha, hubo algunos que señalaron que sus propias madres habían considerado abortar, pero que al final no lo hicieron.
Resaltó también que durante el evento se demostró mucho apoyo a las mujeres embarazadas con palabras de aliento. “Eso es todo lo que una madre necesita oír”, afirmó la escritora de 11 años.
En su artículo, Stella también defiende la dignidad humana de los nonatos, afirmando que aunque en algún momento “pueden parecer sólo un grupo de células”, en realidad son sólo “pequeños seres humanos que aún no han madurado del todo”.
“Deberíamos protegerlos, no hacerles daño, porque, cuando maduren del todo, podrían convertirse en alguien como la Madre Teresa o George Washington”, agregó.
Por último, Stella remarcó la importancia de detener la muerte injustificada de millones de bebés en todo el mundo, explicando que eventos como la Marcha por la Vida son de gran valor para la lucha provida. “Quiero cambiar las leyes y quiero cambiar los corazones”, concluyó la joven, que ese día visitó los estudios de EWTN para conversar al aire sobre el evento.