La reciente petición del Episcopado Español a los parlamentarios católicos de "expresar clara y públicamente su desacuerdo” y votar en contra del proyecto de ley que pretenda equiparar las uniones homosexuales al matrimonio, generó en los políticos reacciones no sólo diversas sino, incluso, abiertamente contradictorias.
El portavoz de la Comisión de Educación y Ciencia del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, Eugenio Nasarre, manifestó –según reseña el diario ABC- que los argumentos de la Conferencia Episcopal “deben ser atendidos, no sólo por los católicos, sino por los ciudadanos responsables que quieren lo mejor para el futuro de la sociedad”.
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En cuanto a la petición formulada por los obispos a los parlamentarios católicos, Nasarre declaró estar “en un compromiso personal de defender la especificidad del matrimonio como unión entre hombre y mujer” advirtiendo que se opondrá a la propuesta que promueva el matrimonio entre homosexuales.
Asimismo, los diputados Ana Torme y José Antonio Bermúdez de Castro, ambos del Partido Popular (PP) manifestaron su "absoluto respeto” por la Conferencia Episcopal y su Nota, pues “tiene todo el derecho a pronunciarse sobre cuestiones que afectan a la vida social y tiene todo el derecho a realizar recomendaciones a sus fieles”.
Los parlamentarios manifestaron, sin embargo, sorprenderse y lamentar “las reacciones que se han producido, ya que algunas atentan contra la democracia y la Constitución, que fundamentalmente amparan la libertad de expresión”.
De otro lado, diputados católicos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) consultados por el madrileño ABC, y cuyos nombres prefirieron mantener en el anonimato, manifestaron su decisión de no hacer caso de la petición de los Obispos en España.
Tres de ellos, para quienes “la Iglesia está en su derecho a expresar su opinión, se esté o no de acuerdo con ella”, coincidieron en no considerarse “especialmente interpelados” por la invitación del Episcopado, argumentando que han sido “elegidos por la ciudadanía, a la que representamos y ante la que tenemos compromisos que debemos cumplir”.
Los parlamentarios socialistas expresaron su intención de votar a favor de la legalización del matrimonio entre homosexuales cuando la proposición no de ley sea debatida en el Parlamento, “porque así lo desea una abrumadora mayoría de los ciudadanos”.