El 14 de febrero de cada año el Martirologio Romano recuerda el aniversario del martirio de San Valentín de Roma, identificado como patrono de los enamorados y de los matrimonios. Coincidentemente, el 14 de febrero de este año es también Miércoles de Ceniza, día que marca el inicio de la Cuaresma. Vale la pena preguntarse entonces, ¿cómo pueden las parejas y matrimonios católicos celebrar ambas fechas?
Muy poco se sabe de la vida de San Valentín, pero la tradición señala que arriesgaba su vida para casar cristianamente a las parejas durante el tiempo de persecución contra los cristianos. Fue martirizado alrededor del año 269.
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Hoy en día, la fiesta de San Valentín de Roma coincide en el mundo secular con el “día de los enamorados”, una fecha donde las parejas se expresan su amor con detalles y regalos.
Por otro lado, el Miércoles de Ceniza es un día de ayuno y abstinencia para los católicos, que marca el inicio de los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, en la Semana Santa.
Para el Hno. Édgar Henríquez, seminarista chileno de los Legionarios de Cristo, los católicos pueden vivir ambas celebraciones a la luz del misterio de la Encarnación del Señor, que “se comprometió con nosotros” al asumir la naturaleza humana y padecer por el pecado del hombre, de la misma manera en que un matrimonio se hace una sola carne y “aceptan su debilidad, su flaqueza y su pecado por amor”.
“El compromiso de una pareja y de un matrimonio es un compromiso de amor, así como Dios también ha asumido un compromiso con nosotros”, expresó el Hno. Henríquez —que ya está próximo a ser ordenado diácono transitorio— en una conversación con ACI Prensa.
Bajo esta forma de concebir el día de San Valentín y el Miércoles de Ceniza, el seminarista chileno le ofrece a los novios y matrimonios católicos 5 consejos para vivir el 14 de febrero de la mejor manera posible:
1. Dar importancia a la palabra
Para el Hno. Henríquez, una de las mejores cosas que puede hacer una pareja católica es demostrarse afecto a través de la palabra. No sólo una vez al año, sino todos los días. Jesucristo, que es el Verbo de Dios encarnado, también se hace presente en los matrimonios católicos.
“Rezar juntos, es lo mínimo que podemos hacer con la persona con la que estamos comprometidos”, indicó. Y añadió que este 14 de febrero es una oportunidad especial “para ofrecer un día de oración por tu pareja, por su futuro juntos y por todo lo que están construyendo”.
“Pareja que reza unida, permanece unida”, añadió.
2. Prestar atención a los detalles
“Jesús es muy detallista. Él piensa en todo porque sabe que los detalles marcan la diferencia”, resaltó el seminarista chileno. Y agregó que, para no romper con el espíritu penitencial del Miércoles de Ceniza, los detalles pueden ser cosas sencillas y sobrias, pero que viniendo del corazón, pueden demostrar perfectamente el cariño que se tiene por la otra persona: “una carta, una canción o algo muy pequeño”.
3. Pasar tiempo juntos
En este punto, el Hno. Henríquez indicó que los novios y los matrimonios católicos “pueden dejar un poco de lado la lógica del mundo”, que invita al consumismo y al materialismo en el Día de los enamorados, y “adentrarse en la lógica de Dios, para ofrecerse entre sí lo más valioso que tienen, que es su propio tiempo”.
Además, indicó que esto es lo que hizo Jesucristo con sus apóstoles y es lo que nos pide hacer también la Iglesia durante la Cuaresma: pasar más tiempo con Jesús y acercarnos más a Él, para acompañarle durante su Pasión, Muerte y Resurrección. “Es una manifestación de amor el pasar tiempo con el otro”, afirmó.
4. Proyectarse en el futuro
Así como el Miércoles de Ceniza nos invita a disponernos a caminar los 40 días de conversión y penitencia hasta el Triduo Sacro, así una pareja católica puede aprovechar este día para “renovar la promesa mutua que se hicieron, para mirar hacia lo que vendrá y lo que van a construir juntos”, señaló el seminarista de los Legionarios de Cristo.
5. Hacer algo juntos por los demás
Por último, el Hno. Henríquez recordó que “el amor se trata de dar”, y que no hay mejor manera de empezar la Cuaresma que con una obra de caridad, sobre todo si se hace en pareja, “como ir a Misa juntos y ofrecerla por quien lo necesite, rezar el Rosario con alguna intención, donar el dinero que iban a destinar para comprar un regalo y comprar víveres de necesidad básica para familias necesitadas”, señaló.
“Estas cosas dejan huella, especialmente en el noviazgo, y es el verdadero espíritu de la Cuaresma”, añadió.
Además, concluyó pidiendo que este 14 de febrero también se recuerde a los sacerdotes, religiosos y religiosas, que de alguna manera también celebran ambos días, al decidir entregar sus vidas al Señor por amor.