El Papa Francisco recibió esta mañana en el Palacio Apostólico del Vaticano a los miembros de la Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y las Iglesias ortodoxas particulares, así como a un grupo jóvenes sacerdotes y monjes de las Iglesias ortodoxas orientales.
En su discurso dirigido a la comisión este viernes 26 de enero, el Santo Padre expresó su júbilo por los pasos dados a favor de la unión entre las diferentes iglesias.
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“Sostenidos por los santos y los mártires que nos acompañan unidos desde el cielo oremos y esforcémonos incansablemente por la comunión y por contrarrestar la carestía de paz que azota tantas partes de la tierra”, pidió el Santo Padre.
El Pontífice ensalzó la importancia del ecumenismo y recordó las visitas que ha recibido de los Jefes de las Iglesias ortodoxas orientales a lo largo de su Pontificado, unos encuentros que “permiten que el ‘diálogo de la caridad’ vaya a la par con el ‘diálogo de la verdad’”.
Para el Papa Francisco, estos encuentros “no son meros actos de cortesía o diplomacia, sino que tienen un significado eclesial”.
En este sentido, aseguró estar convencido de que el “diálogo de la caridad” no debe entenderse sólo como una preparación para el “diálogo de la verdad”, sino como “una teología en acción, capaz de abrir nuevas perspectivas al camino de nuestras Iglesias”.
Destacó que “la reciente iniciativa de organizar anualmente visitas de estudio recíprocas para jóvenes sacerdotes y monjes merece ser continuada”, al tiempo que recordó que “cuatro delegaciones de jóvenes sacerdotes y monjes ortodoxos orientales ya han venido a Roma para conocer mejor la Iglesia católica, por invitación del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, al que doy las gracias”.
“Implicar a los jóvenes en el acercamiento de nuestras Iglesias es un signo del Espíritu, que rejuvenece la Iglesia en armonía, inspira caminos de comunión, da sabiduría a las nuevas generaciones y profecía a los ancianos”, señaló.
El Santo Padre instó a que este “diálogo de vida continúe en el signo del Espíritu”, al mismo tiempo que pidió no olvidar “la armonía la produce el Espíritu Santo”.
“Diálogo de caridad, diálogo de verdad, diálogo de vida: tres modos inseparables de proceder en el camino ecuménico que vuestra Comisión promueve desde hace veinte años”, indicó.
Por último, remarcó que “la plena comunión entre nuestras Iglesias no sólo es posible, sino urgente y necesaria”.