La Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECOR) hizo un llamado a la comunidad religiosa a que, durante la Cuaresma, se “ore en todas las parroquias del país por la paz y por el fin de la violencia homicida”.
A través de un mensaje publicado el 22 de enero, los obispos alertaron de la “gravísima situación” que vive el país, resultado de la “guerra de bandas criminales por el control de territorios y mercados para las drogas”.
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Para cambiar esta realidad, propusieron “renovar nuestro pacto social, recolocando en el centro de la vida nacional a las personas y su dignidad intrínseca como hijos e hijas de Dios”.
“Cada uno de los crímenes cometidos es una afrenta directa al Dios de la Vida, a la dignidad humana, a las leyes vigentes y a los más elementales principios de convivencia social”, indicaron.
Para ello, la CECOR pidió a la sociedad “reforzar la unidad, el amor y la vivencia de la fraternidad en el seno de nuestras propias familias, que permitan una adecuada educación en valores de nuestros niños y jóvenes”.
A las autoridades exhortaron a luchar contra la corrupción “contando con recursos económicos suficientes para hacerles frente”. De la misma forma, abogaron por “una presencia policial firme y permanente, con énfasis en los lugares y ambientes donde se sabe que hay más presencia y actividad delincuencial”.
Los obispos animaron a los costarricenses a “poner nuestra confianza en Jesucristo”, para que “con su paz nos ayude a tener calma y consuelo ante hechos tan dolorosos que ocurren en muchas de nuestras comunidades”.
La CECOR hizo un llamado a no permitir que Costa Rica se pierda en un “en un baño de sangre” confiando en la intercesión de la Santísima Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de los Ángeles.