El Catolicismo, medio informativo de la Arquidiócesis de Bogotá, ha señalado que Colombia necesita conocer “en detalle” lo que el gobierno está tratando con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la mesa de negociaciones, que acaba de iniciar su sexta ronda.
En un editorial publicado este 23 de enero, el medio de comunicación católico se refirió a la reciente visita del presidente Gustavo Petro al Vaticano, donde fue recibido en audiencia por el Papa Francisco y con quien dialogó sobre el proceso de paz y la contribución de la Iglesia Católica.
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Ello, porque desde el inicio de las negociaciones para un acuerdo de paz con el ELN, la Iglesia en Colombia participa en la mesa como acompañante, representada por Mons. Héctor Fabio Henao, delegado del Episcopado para las relaciones Iglesia-Estado.
“Cualquier propuesta seria para trabajar por la paz del mundo, de una nación o región, suele encontrar acogida en la Iglesia”, destacó El Catolicismo.
En ese sentido, ante el inicio en La Habana (Cuba) del sexto ciclo de conversaciones, el editorial expresa que es conveniente para la sociedad colombiana “conocer en detalle qué es lo que se está concertando, qué concesiones se les harán a los violentos para abrirles las puertas de la democracia colombiana, cuánto le costará a los contribuyentes el posible acuerdo de paz, etc.”.
“También, cómo resarcirá la guerrilla del ELN todo el mal que ha hecho en sus décadas de violencia, destrucción, muerte, extorsión, secuestro, quema de poblaciones, etc.”, añade el artículo.
El editorial pone como ejemplo la paz que el gobierno de Juan Manuel Santos firmó en 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con el cual la guerrilla pasó a convertirse en el partido político Comunes; sin embargo, varios miembros no aceptaron el acuerdo y volvieron a las armas, siendo conocidos ahora como las disidencias de las FARC.
“Los colombianos han quedado sorprendidos por la escasa compensación (económica) que la guerrilla de las FARC ha hecho” con las víctimas “luego de pactarse la paz”; y “también por la casi nula responsabilidad asumida ante la justicia por sus años de genocidios y destrucción. No debe suceder lo mismo con el ELN”, expresa.
En la nueva ronda en La Habana las delegaciones del gobierno y de la guerrilla abordarán la posible prolongación del cese al fuego bilateral, que vence el 29 de enero, y el abandono del secuestro por parte del grupo armado.
En diciembre de 2023 el ministro de Defensa, Iván Velásquez, afirmó que el ELN tendría raptadas a unas 38 personas.
Sin embargo, el comandante de la guerrilla, Eliécer Herlinto Chamorro Acosta, alias “Antonio García”, aseguró en diciembre que la suspensión de los secuestros —con los que captan recursos— dependerá también de la búsqueda de financiación para el grupo.
Hace unos días el alto comisionado para la paz, Otty Patiño —nombrado por el presidente Petro—, dijo en un evento: “Planteamos financiación, sí, pero no chantaje, y siempre y cuando se avizore el fin del conflicto. Si van a participar de una manera decidida y clara en las transformaciones territoriales que este país necesita, entonces el Gobierno estaría dispuesto a financiar al ELN y llegar a acuerdos concretos”, aseguró.
En su editorial, El Catolicismo ha insistido en que “parte de la labor” de Mons. Henao “debería ser la de comunicar a la Iglesia —a sus pastores y laicos— lo que se está conversando y negociando y así poder saber si cuenta con el aval de la comunidad católica”.
“En estos tiempos sinodales una apuesta dura está en que no haya temas ni campos vedados para ningún miembro de la Iglesia (…). En algún momento de los diálogos de paz con el ELN, una gran asamblea eclesial debería poder conocer y debatir lo que se negocia y así poder sentar una posición”, indica el medio católico.
El medio informativo de la Arquidiócesis de Bogotá dio la bienvenida al esfuerzo por lograr la paz, “siempre y cuando sea para el bien de todos y no de unos pocos que se aprovechan de la bondad y sinceridad de las mayorías”.