El Cardenal Matteo Zuppi, Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, ha anunciado que los obispos del país han acogido la declaración Fiducia supplicans, “un documento que se sitúa en el horizonte de la misericordia”.
El purpurado italiano, a quien el Santo Padre le ha conferido la misión de interceder en nombre de la Santa Sede para lograr la paz en Ucrania, ha realizado estas declaraciones en un extenso y rotundo escrito dirigido al Consejo Episcopal Permanente de la Conferencia Episcopal Italiana, que se reúne esta semana en Roma.
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Zuppi precisó que el documento del Dicasterio de la Fe “se sitúa en el horizonte de la misericordia, de la mirada amorosa de la Iglesia hacia todos los hijos de Dios, sin por ello apartarse de las enseñanzas del Magisterio”.
En este sentido, remarcó que en el texto escrito por el Cardenal Víctor Fernández y firmado por el Santo Padre “no se cuestiona el sentido del sacramento del matrimonio”.
Además, el también Arzobispo de Bolonia recordó que “Dios quiere que todos se salven” y que es “tarea de la Iglesia interesarse por todos y cada uno de los hombres”.
Por ello, instó a no olvidar “que todos los bautizados gozan de la plena dignidad de hijos de Dios y, como tales, son nuestros hermanos”.
A continuación, el purpurado invitó a los obispos italianos a no dejarse “intimidar por lecturas meramente sociológicas de la Iglesia” ni por una cultura “para la que la fe decae”.
“Es la arrogancia del pesimismo, que se presenta como realismo. El pesimismo se convierte en una especie de seguridad y motiva la pereza y la costumbre”, advirtió.
Al mismo tiempo, les instó a evitar ser intimidados “por lecturas de la Iglesia que interpretan nuestra acción como política”.
Reiteró que, a pesar de estar abierto al diálogo, “no dejaremos que otros nos digan cuál es el contenido de nuestra acción caritativa o de nuestra misión, que nunca son partidistas, porque lo único de la Iglesia es Cristo y la defensa de la persona, de la vida, de principio a fin”.
“Ciertas lecturas quieren dividir a los obispos y a los cristianos, mientras que en cambio siento viva la comunión entre los obispos y el pueblo y esto vale más que los likes de las redes sociales”, aseveró.
Asimismo, recordó que en el pasado “hubo años difíciles para las Iglesias en Italia”, especialmente después del Concilio Vaticano II, “cuando la comunidad parecía disgregarse en la oposición entre grupos, obispos y protestas, la Iglesia practicó con confianza una comunión inclusiva en la escucha mutua”.
En esta línea, lamentó que “estamos en una época en la que se borra el pasado y la tradición, como si lo que nos precedió fuera erróneo o irrelevante; en cambio, la historia, de la que somos herederos, nos reconforta”.
Según el Cardenal Zuppi, “las crisis presentan una Iglesia debilitada”, pero aseguró que no se debe tener miedo “de la fragilidad y la pequeñez”.
Reiteró asimismo que “a pesar de las lecturas pesimistas o políticas sobre la Iglesia”, nos damos cuenta “de la fuerza de la caridad”, tanto de los cristianos como de los sacerdotes.