La futura santa argentina, María Antonia de San José, conocida popularmente como Mama Antula, que será canonizada en Roma el próximo 11 de febrero, tiene su primera iconografía.
Se trata de un retrato creado por el P. Eduardo Pérez Dal Lago, sacerdote iconógrafo que pertenece al clero de la Arquidiócesis de Buenos Aires y que preside la Fundación La Santa Faz.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
La imagen comenzó a ser diseñada una vez que se conoció la aprobación del milagro que lleva a los altares a la beata nacida en 1730 en la provincia de Santiago del Estero.
En diálogo con la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), el P. Pérez Dal Lago explicó: “El halo de santa de Mama Antula traspasa la cornisa —que es el marco del ícono—, y es justamente porque la santidad trasciende lo humano, no tiene límites, se sale del marco”.
Asimismo, añadió: “Ese cielo, esa vida transfigurada y luminosa se hace en oro, que es el color y la materia que representa a Dios, la divinidad, con el material más noble que no se degrada, no se corrompe ni se oxida".
La iconografía refleja también la Santa Casa de Ejercicios fundada por Mama Antula en la Ciudad de Buenos Aires, a diferencia de otras representaciones donde aparecen paisajes de su natal Santiago del Estero.
También se observa un campo de trigo que representa tres "aspectos antulianos", según el autor: “La Argentina, tierra bendita del pan; San Cayetano, el santo de la Providencia tan venerado por Antula, cuyas espigas de trigo fueron sumadas por la unión de obreros católicos en plena crisis económica del año 1930; y el fruto de los Ejercicios Espirituales, porque a la muerte de Mama Antula miles y miles de personas habían realizado los ejercicios renovando su vida de fe”.
El hábito de la consagrada está pintado con una mezcla del pigmento llamado negro de marfil, con un azul lapislázuli, que le otorga un efecto negro azulado, mientras que el reverso del manto es de un tono azulado.
Se trata del primer ícono que la presenta como santa y no como Beata Mama Antula, ya que fue preparada especialmente con motivo de su canonización.