Obispo celebra cumpleaños 100 de sacerdote que siempre ha estado “al pie del cañón”

Mons. Jesús Rico García, Obispo de Ávila (España), celebró una Misa por el cumpleaños 100 de un sacerdote de su diócesis, Mons. Virgilio González, al que consideró un presbítero modelo que ha estado siempre “al pie del cañón”.

El 18 de enero, el prelado español presidió la Eucaristía en la casa sacerdotal San Millán, por el cumpleaños de Mons. González, quien también tiene 75 años de sacerdote, en los que ha servido en las localidades de Casas del Puerto, Navacepedilla del Corneja o Villafranca de la Sierra, entre varias otras.

El sitio web de la diócesis de Ávila precisa que el sacerdote recibió en 2007 el título de Capellán de Honor de Su Santidad.

“Nunca dejó de subir al pueblo, ni faltó a dar la Misa, a visitar enfermos, o a lo que se necesitara en el pueblo. Aunque nevase o hiciera como hiciese”, comentan quienes lo conocieron. Siempre estuvo “al pie del cañón”, agregan, recordando que el sacerdote recorría los pueblos de la zona con su sotana, su bonete y su bicicleta.

En su homilía, el Obispo de Ávila destacó algunas cualidades de un buen sacerdote como Mons. González: “humildad (renunciando a toda comodidad y sembrando a largo plazo), fidelidad (que no vale con ser material o aparente, pero por dentro mostrarnos huecos), y gratitud (superando el falso autoconcepto de que no le debemos nada a nadie)”.

“Un sacerdote debe ser muy grande, y a la vez muy pequeño, de espíritu noble y sencillo. Fuente inagotable de santidad, y pecador a quien Dios perdonó. Servidor de débiles, que no se doblega ante los poderosos y se inclina ante los más pequeños”, continuó el prelado.

“Anciano por la prudencia de sus consejos, y niño por la confianza en los demás. Alguien que aspira siempre a lo más alto, pero es también amante de lo más humilde. Amigo de la paz, enemigo de la pereza”, aseguró.

Luego de la Misa hubo un compartir sorpresa, al que también asistieron el Arzobispo Emérito de Valladolid, Cardenal Ricardo Blázquez; y el Obispo Emérito de Salamanca, Mons. Carlos López, que viven en la casa sacerdotal; y del Obispo Emérito de Ávila, Mons. Jesús García Burillo.

“A él no le gustan mucho estas cosas, no es de festejos, porque siempre ha sido un hombre muy humilde y callado”, comentaron los familiares.

Otro prelado que se sumó a las felicitaciones fue Mons. José María Gil Tamayo, Arzobispo de Granada, que en su cuenta de la red social X exclamó: “¡Dios bendiga a este sacerdote bueno y sencillo, modelo de cura de pueblo entregado a la gente!”.