Gracias a la radio, el sacerdote alemán Hans-Joachim Lohre —que estuvo secuestrado en Mali durante un año— se sintió “parte de la Iglesia Universal” durante su cautiverio, según declaró a Vatican News.
El P. Lohre fue secuestrado por yihadistas vinculados al grupo terrorista Al-Qaeda el 20 de noviembre de 2022. Había vivido durante más de 30 años en el país africano, donde daba clases en el Instituto de Formación Islámico-Cristiano (IFIC) y era responsable del Centro de Fe y Encuentro de Hamdallaye.
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Miembro de la Sociedad de los Misioneros de África (Padres Blancos), era conocido cariñosamente en Mali como “Ha-Jo”. Fue capturado por hombres armados, mientras se dirigía a celebrar la Solemnidad de Cristo Rey, quienes lo condujeron hasta un lugar desconocido.
“No tengas miedo, somos los buenos. Somos de Al-Qaeda. No somos como el Estado Islámico [ISIS], que mata a gente de este modo. No tienes nada que temer con nosotros”, fue lo que escuchó el sacerdote alemán cuando llegó a su sitio de reclusión.
Allí empieza el Vía Crucis del presbítero de 66 años, quien llegó a preguntarle a sus captores si lo habían secuestrado debido a su fe. “No te hemos elegido porque seas sacerdote o porque te dediques al diálogo interreligioso, sino porque eres alemán”, le respondieron.
En efecto, los yihadistas le explicaron que “estaban en guerra con Alemania” porque envían soldados a Mali a combatir el terrorismo islámico. “Alemania, junto con otros países europeos, también está entrenando al ejército maliense en Koulikoro contra nosotros. Así que eres un prisionero de guerra. Un prisionero de guerra", añadieron.
Una pequeña radio para sentirse parte de algo más grande
Había pasado un mes de su cautiverio cuando el P. Lohre vio algo que podría parecer insignificante para el hombre del siglo XXI, pero que fue clave para él durante aquellos largos meses.
Apenas uno de los guardias había terminado de escuchar algo en una radio de onda corta, el presbítero alemán se la pidió prestada. Entonces empezó a mover el dial y de repente se encontró con la frecuencia de Radio Vaticano.
Era ya 25 de diciembre y la emisora vaticana estaba transmitiendo la Misa de Navidad del Papa Francisco desde la Basílica de San Pedro. Esto fue un gran consuelo para el P. Lohre, que afirmó que lo ayudó a sentire cum Ecclesia, es decir, a sentirse parte de la Iglesia Universal a pesar de la difícil situación que atravesaba.
A lo largo de su secuestro, al P. Lohre se le impidió celebrar Misa y recibir los sacramentos. Sin embargo, lo tomó como una oportunidad de “recargarse” y de acercarse aún más a Dios. De hecho, manifiesta que pasó casi todo su cautiverio envuelto en “una profunda paz y consolación”.
Así, en medio de una noche de noviembre de 2023, miró el cielo estrellado y le habló a Dios: “No es demasiado tarde para tu milagro”. Entonces, comenta el sacerdote alemán que vió pasar una estrella fugaz y, en ese momento, se sintió convencido de que sobreviviría.
Pocos días después, sus captores le informaron que se iría. El 26 de noviembre de ese año, 371 días después de su secuestro, y gracias a las gestiones del gobierno alemán, el P. Lohre pudo regresar a su país natal sano y salvo.