La investigadora y abogada Martha Patricia Molina denunció que la dictadura de Nicaragua secuestró al sacerdote Ezequiel Buenfil Batún, rector y superior del convento San Juan Neumann en Chinandega.
“Lo que sé es que lo secuestró la Policía. A mí me informaron el lunes [15 de enero], no sé si ya lo expulsaron. Hasta hoy no me han dicho si ya lo mandaron a cualquier frontera para expulsarlo”, indicó el 17 de enero la autora del informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida? en declaraciones al diario nicaragüense La Prensa.
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En diálogo con ACI Prensa este 18 de enero, Molina precisó: “Me han informado que ya está fuera de Nicaragua”.
El P. Ezequiel Buenfil es sacerdote mexicano y miembro de los Misioneros Consagrados del Santísimo Salvador, una congregación cuya personalidad jurídica fue cancelada por la dictadura el 16 de enero a través de un acuerdo ministerial publicado en el diario oficial La Gaceta.
“No sabemos del resto de sus hermanos religiosos”, dijo también Molina a ACI Prensa en relación a los demás miembros de la congregación en Nicaragua.
Según señala su sitio web, los Misioneros Consagrados del Santísimo Salvador son “una asociación pública y clerical de fieles con miras a convertirse en Instituto de Vida Consagrada”, que llevan “una vida contemplativo-misionera”.
Están presentes en “la Diócesis de Iztapalapa (Ciudad de México), en la Diócesis de Cancún-Chetumal (Quintana Roo, México), en la Diócesis de Estelí (Nicaragua), y en la Diócesis de León-Chinandega (Nicaragua)”.
El secuestro y expulsión del P. Buenfil ocurre a menos de una semana de la liberación y deportación a Roma de dos obispos, 15 sacerdotes y 2 seminaristas, entre quienes estaba Mons. Rolando Álvarez, que estuvo preso injustamente durante 500 días.