El martes por la tarde, en Roma, se llevó a cabo una emotiva Misa de Réquiem en memoria del primer aniversario del fallecimiento del Cardenal George Pell, y que además rindió honor a la destacada trayectoria eclesiástica del purpurado.

La capilla del Domus Australia, una residencia y centro espiritual católico ubicado en Roma, se llenó al máximo para la Misa celebrada por el Cardenal Gerhard Müller. Asistieron numerosos cardenales y obispos, sacerdotes de Roma, embajadores ante la Santa Sede y feligreses.

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El P. Joseph Hamilton, rector de la Domus Australia y ex secretario del Cardenal Pell, señaló en una entrevista con EWTN News: “Creo que Su Eminencia era muy querido aquí en la ciudad de Roma. Su testimonio fue muy apreciado y su pérdida inesperada”.

“Fue una hermosa Misa para conmemorar su vida, para orar por el descanso de su alma y para pedir su intercesión aquí en la capilla, que él renovó y que amaba. Espero que traiga consuelo y una especie de cierre para aquellos que han estado afligidos por el cardenal durante el último año”, añadió el P. Hamilton.

El Cardenal Pell murió a los 81 años, el 10 de enero de 2023, después de sufrir un paro cardíaco tras un reemplazo de cadera en el hospital Salvator Mundi de Roma. Anteriormente se desempeñó como Arzobispo de Sydney y Melbourne (Australia), antes de que el Papa Francisco lo nombrara jefe de la Secretaría de Economía del Vaticano en 2014, convirtiéndose en el prelado australiano de mayor rango.

Durante su homilía, el Cardenal Müller reflexionó sobre la larga e ilustre vida del fallecido purpurado, señalando que Pell y el Papa Benedicto XVI, quien falleció menos de dos semanas antes del cardenal australiano, eran “modelos a seguir de la verdadera fe”.

El Cardenal Müller habló además sobre los primeros años de vida del fallecido cardenal, y señaló que Pell mostraba grandes “habilidades atléticas” y “alto talento intelectual”, lo que le habría aportado “una brillante carrera en el mundo”. También señaló que el purpurado australiano evitó las metas mundanas y optó por “seguir el llamado de Cristo al servicio sacerdotal”.

El Cardenal Pell era conocido por su ingenio agudo y estatura imponente. El Cardenal Müller, al reflexionar sobre su relación personal con él, destacó su compromiso con “el matrimonio y la familia en el espíritu de Cristo, enseñanzas contra la relativización por parte de participantes en el Sínodo con mentalidad secularista”.

El Cardenal Müller también mencionó el capítulo más oscuro de la vida del Cardenal Pell, que se erige como “un gran testimonio de paciencia cristiana”.

El Cardenal Pell fue condenado  el 11 de diciembre de 2018 por cinco cargos de abuso sexual mientras se desempeñaba como Arzobispo de Melbourne a fines de la década de 1990. Después de cumplir 404 días en régimen de aislamiento, el Tribunal Superior de Australia anuló por unanimidad las condenas, basándose en dudas razonables sobre el procedimiento de apelación, en abril de 2020.

“Fue perseguido implacablemente por una turba sedienta de sangre y se convirtió en víctima de la justicia por parte de agitadores anticatólicos en los medios de comunicación y el aparato policial”, comentó el Cardenal Müller sobre la difamación en contra del difunto cardenal en los principales medios de comunicación.

El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Sydney, Mons. Richard Umbers, habló con EWTN después de la Misa y señaló que fue una oportunidad para conmemorar “el aniversario de un hombre que fue un león en la Iglesia”. “Creo que es dar el debido reconocimiento a alguien que ha sido muy importante en la vida de Australia, si no en la del mundo entero”.

Reconoció que el Cardenal Pell no sólo era un “pararrayos para la Iglesia”, sino un hombre “de gran fuerza y ​​tremendo coraje”.

El legado del Cardenal Pell no sólo se limita a su perspicacia teológica o a las reformas en el manejo de los asuntos financieros por parte del Vaticano, sino que se ve más tangiblemente en la revitalización de la Iglesia en Sydney.

“Creo que el impacto del Cardenal Pell es muy visible en Sydney. Era un gran hombre con una gran visión, y en los últimos 20 años en la Arquidiócesis de Sydney se ha visto un verdadero crecimiento y liderazgo entre varios jóvenes católicos”, explicó Mons. Umbers.

“Allí hay un entorno extraordinario. Mucha vida, especialmente en el ámbito de la capellanía universitaria. Él [Pell] invirtió mucho en esa área y se interesó mucho en la próxima generación de líderes”, añadió.

Según el P. Hamilton, una de las características del legado del Cardenal Pell será su ejemplo de fuerza y ​​unidad para la Iglesia que atraviesa un periodo marcado por la división y sumida en crisis.

“Somos una sola Iglesia Católica, tenemos una sola fe, tenemos un solo Papa, somos un solo pueblo. Si permanecemos unidos, somos fuertes. Si estamos divididos, somos débiles, y creo que su testimonio [de Pell] para nosotros y su legado para la Iglesia es que somos una Iglesia única, santa, católica y apostólica, de la cual se sentía orgulloso de servir y que defendía con humildad como confesor. Creo que eso nos deja un ejemplo asombroso y brillante”, concluyó.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.