En la mañana de este jueves 11 de enero, el Papa Francisco recibió en audiencia a un grupo de sacerdotes del Instituto Secular de Sacerdotes Misioneros de la Realeza de Cristo, a quienes recordó que la Iglesia, al igual que todo bautizado, “está en el mundo, es para el mundo, pero no es del mundo”.
En su discurso dirigido a los sacerdotes, el Santo Padre remarcó que el término “laicidad” no es lo mismo que “secularidad”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Según el Pontífice, “la secularidad es una dimensión de la Iglesia, llamada a servir y dar testimonio del Reino de Dios en este mundo”.
“Y la consagración —continuó— viene a radicalizar esta dimensión, que evidentemente no es la única, sino que es complementaria de la escatológica”.
En esta línea, resaltó que “cada uno la realiza según su propia condición en la línea del misterio de la Encarnación”.
Recordó, además, que el instituto al que pertenecen los sacerdotes se rige según el carisma franciscano, “que es el de la minoridad: así os forma al servicio humilde, disponible, fraterno”.
“Y lo hace según el modelo de la realeza de Cristo, que consiste en servir, en dar generosamente, en pagar en persona, en la solidaridad con los pobres y excluidos. Realeza y minoridad son una sola cosa en Cristo, y san Francisco da testimonio de ello”, remarcó el Santo Padre.
A continuación, el Papa Francisco afirmó que “se es apóstol sobre todo con la propia humanidad, con esas virtudes humanas que describe el concilio Vaticano II: sinceridad, respeto de la justicia, fidelidad a la palabra dada, amabilidad, discreción, firmeza de ánimo, ponderación, rectitud”.
Por último, instó a los sacerdotes a ser fieles a su vocación y a evitar “dos tendencias muy difundidas hoy, “incluso entre los sacerdotes: la autorreferencialidad y la mundanidad”.
En este sentido, advirtió que “ninguno de nosotros es completamente inmune a ellas”.