Mons. Hilario González García, Obispo de Saltillo en el estado mexicano de Coahuila, denunció un nuevo robo de la Eucaristía en su diócesis. Además advirtió que el ladrón ha quedado excomulgado automáticamente.

A través de un comunicado, el prelado indicó que el robo ocurrió durante la madrugada del lunes 8 de enero en la iglesia de San Francisco, en la ciudad de Saltillo. 

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El obispo indicó que el robo se realizó “forzando la herrería que protegía una de las ventanas” del templo. Una vez dentro, señaló, “extrajeron indebidamente de allí dos sagrarios: uno que estaba en desuso y se encontraba en la sacristía, y otro que se hallaba en el presbiterio, el cual reservaba en un copón las Sagradas Formas Eucarísticas”.

“Además, fueron robados dos utensilios litúrgicos”, dijo.

Este robo se suma al ocurrido el pasado 25 de noviembre de 2023 en la capilla del Sagrado Corazón de Jesús, en la periferia de la ciudad, donde también robaron el copón con el Santísimo Sacramento.

Como en aquella ocasión, Mons. González advirtió que el autor del robo había quedado excomulgado.

“Este hecho es una vejación al Lugar Sagrado (...) y un Sacrilegio contra las Sagradas Especies Eucarísticas, por tanto, quien lo haya perpetrado, si es católico, ha cometido un delito contra los Sacramentos, y se ha hecho merecedor, conforme a derecho (canon 1382 §l - CIC 2021 / canon 1367 - CIC 1983), de la Excomunión Latae Sententiae”.

“Como corresponde lo comunicaré al Dicasterio para la Doctrina de la Fe”, indicó Mons. González García.

El prelado mexicano recordó además que, de acuerdo al Código de Derecho Canónico, la ley de la Iglesia Católica, los lugares sagrados quedan violados cuando, con escándalo de los fieles, se cometen en ellos actos gravemente injuriosos que, a juicio del Ordinario del lugar, revisten tal gravedad y son tan contrarios a la santidad del lugar, que en ellos no se puede ejercer el culto hasta que se repare la injuria por un rito penitencial a tenor de los libros litúrgicos”.

“Por la gravísima falta cometida contra Nuestro Señor —añadió el Obispo de Saltillo— invito a todos los fieles a unirse en oración, realizando actos de desagravio y fomentando el amor a Jesucristo en la Eucaristía”.

“Asimismo, invito a los fieles y particularmente a los párrocos a cuidar con mayor esmero la seguridad de los Lugares Sagrados”, concluyó.