El próximo 24 de enero se celebrará la Fiesta de San Francisco de Sales, pero algo que poco se conoce es que 14 días antes, el 10 de enero, se festeja a Santa Francisca de Sales, fundadora de una congregación.
El Vaticano señala que Santa Francisca (1844-1914), cuyo nombre civil era Léonie Aviat, también nació en Francia, como el santo, y que se formó en el monasterio de la Visitación de Troyes, perteneciente a la orden religiosa fundada por el Doctor de la Iglesia.
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En su juventud fue sintiendo cada vez más fuerte el llamado vocacional. Es así que conoció una obra de ayuda para trabajadoras jóvenes fundada por el Beato P. Louis Brisson, quien había sido su capellán en el monasterio de la Visitación.
El sacerdote quería fundar una congregación de religiosas para instruir a las jóvenes en la fe y Léonie se ofreció para tal misión.
“El 30 de octubre de 1868 Leonia vistió el hábito religioso, junto con otra antigua compañera del internado, y tomó el nombre de Francisca de Sales”, indica el Vaticano.
Más adelante profesó los votos junto a una compañera y nació la Congregación de Oblatas de San Francisco de Sales. Poco a poco las obras en favor de las jóvenes se fueron expandiendo en diversos países y como superiora envió misioneras a Sudáfrica y Ecuador.
Tuvo que sufrir la expropiación de varias de sus obras en Francia por una persecución religiosa que entró en vigor. Se refugió en Italia con su consejo, pero continuó impulsando el desarrollo de la congregación.
Esta gran religiosa que trabajó por un mejor futuro para las jóvenes y los necesitados partió a la Casa del Padre el 10 de enero de 1914.
“En el centro de su compromiso y de su apostolado, sor Francisca de Sales pone la oración y la unión con Dios, en las que encuentra luz y fuerza para superar las pruebas y las dificultades, y hasta el final de su existencia persevera en esta vida de fe, deseando dejarse guiar por el Señor”, señaló San Juan Pablo II durante la Misa de canonización en 2001.