La Iglesia Católica en El Salvador presentó el proyecto Sembrando Semillas de Esperanza, una iniciativa que busca ofrecer oportunidades de “desarrollo humano y espiritual” a niños y jóvenes vulnerables en el país.
Durante la presentación oficial del proyecto el 7 de diciembre, el Nuncio Apostólico en El Salvador, Mons. Luigi Roberto Cona, expresó el deseo de la Iglesia de “contribuir al desarrollo integral” de los menores a través de diversas iniciativas, tales como “cursos de refuerzo escolar, formación humana y espiritual, atención nutricional, psicológica y médica, así como actividades lúdicas y recreativas”.
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Lanzamiento del proyecto
— Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES). (@iglesia_sv) December 8, 2023
" Sembrando Semillas de Esperanza" a favor de la niñez y jóvenes Salvadoreños presentado por la Nunciatura Apostólica en El Salvador y la Conferencia Epsicopal de El Salvador #CEDES pic.twitter.com/wguhsziaYo
El proyecto iniciará en ocho de los 14 departamentos del país, y se espera llegar a todo el territorio nacional.
Sembrando Semillas de Esperanza contará con la participación activa de colegios católicos, escuelas parroquiales, asociaciones y movimientos eclesiales, fundaciones, así como con la colaboración de “individuos de buena voluntad dispuestos a contribuir financieramente o a través de trabajo voluntario”, indicó el Nuncio. La ejecución estará bajo la coordinación de la Conferencia de Religiosos de El Salvador (CONFRES).
"Deseamos entonces abrir nuestros colegios y escuelas católicas para ofrecer a todos los niños y jóvenes necesitados de El Salvador, en horario extracurricular, un lugar sano a donde transcurrir el tiempo libre", expresó Mons. Cona.
El prelado compartió que la idea de Sembrando Semillas de Esperanza surgió a raíz de la observación del “abandono y descuido en que se encuentran más de 100.000 niños y muchos jóvenes”, lo que “representa un desafío” que la Iglesia está decidida a abordar.
El Nuncio Apostólico en El Salvador indicó que el Papa Francisco no sólo “aprobó y bendijo” la iniciativa, sino que también contribuyó económicamente para poner en marcha el proyecto.
Mons. Cona también animó a la sociedad salvadoreña a sumarse el proyecto para lograr un alcance mayor a través del apadrinamiento de niños al contribuir con 20 dólares al mes.
“¿Cómo podemos disfrutar de nuestra vida, aparentemente perfecta, cuando hay niños y jóvenes que no gozan del cuidado de una familia y tampoco reciben cariño y ternura, viviendo marginados, excluidos de nuestras comunidades eclesiales y civiles?”, cuestionó.