Luego de que la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) anunciara que culminó el proceso de renuncia de la Iglesia Católica al aporte económico que recibía del Estado argentino, surgieron varios interrogantes en la opinión pública. Hoy te ofrecemos las respuestas.
¿Qué aporte recibía la Iglesia Católica en Argentina de parte del Estado y por qué?
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La Constitución Nacional determina que el Gobierno federal de Argentina sostiene el culto católico apostólico romano.
De acuerdo a la ley 21.950, que data de 1979, "arzobispos y obispos con jurisdicción sobre arquidiócesis, diócesis, prelaturas, eparquías (circunscripción territorial bajo la autoridad de un obispo) y exarcados (territorios) del Culto Católico Apostólico Romano gozarán de una asignación mensual equivalente al 80 % de la remuneración fijada para el cargo de Juez Nacional de Primera Instancia, hasta que cesen en dichos cargos”.
Había dos puntos principales que generaban controversia: el hecho de que un Estado no confesional aportara a un culto en particular; y la ley que regulaba el aporte, surgida durante la última dictadura.
¿Por qué el Estado argentino “pagaba” a la Iglesia Católica?
Hasta 1822, la Iglesia Católica en Argentina se sostenía con los bienes que poseía, donados por los fieles.
Algunas versiones indican que el aporte del Estado funcionaba como una “reparación histórica” debido a la expropiación de miles de hectáreas de tierras y propiedades que la Iglesia sufrió en ese año por parte del gobierno.
Otros mencionan que fue en el marco de la reforma eclesial asumida por el mismo gobierno, pues desde el 1° de enero de 1823 quedaron abolidos los diezmos y las atenciones a las que eran destinados comenzaron a ser cubiertas por los fondos del Estado.
Es decir, el Estado se hizo cargo de los gastos que la Iglesia cubría con el diezmo recibido de los fieles.
¿El presidente Javier Milei le quitó los fondos a la Iglesia Católica?
No. El proceso de renuncia a los fondos comenzó en 2018 y fue acordado con el entonces presidente Mauricio Macri. Se determinó que fuera de forma progresiva.
Dicho proceso concluyó el último día hábil de 2023, según precisó el Episcopado.
La excepción, por resolución de la Secretaría de Culto, son los arzobispos y obispos que hayan cesado en sus cargos por razones de edad o de invalidez, quienes pueden solicitar de manera particular recibir el beneficio de la asignación prevista en la ley, con el consentimiento de la Nunciatura Apostólica, entre otros requisitos.
¿Por qué decidieron renunciar al aporte?
En 2018, en el marco del primer debate por la legalización del aborto en Argentina, sectores contrarios a la Iglesia comenzaron a militar la separación entre la Iglesia del Estado, y llamaron a la apostasía colectiva. Fue entonces que los obispos decidieron iniciar el proceso de renuncia y poner en marcha su autosostenimiento.
¿Cuánto recibía la Iglesia de parte del Estado?
Tal como lo indica la ley, el aporte representaba un 80% del sueldo de un juez de primera instancia. Sin embargo, hace tiempo que los valores habían quedado desactualizados. Sumado a la renuncia progresiva a los fondos, el monto mensual que percibían los obispos en el último tiempo era de 55.000 pesos (alrededor de 50 dólares estadounidenses).
El aporte representaba el 7% del presupuesto de la Iglesia Católica en Argentina.
Según el Presupuesto Nacional 2023, en el Programa 17 de “Registro y Sostenimiento de Cultos” del Ministerio de Relaciones Exteriores, la partida para el pago de las asignaciones a religiosos católicos fue de 188,7 millones de pesos (alrededor de 232,3 mil dólares estadounidenses), que se destinaron a 153 arzobispos y obispos, 640 sacerdotes y 1.100 seminaristas.
Para 2024, en el presupuesto prorrogado por la actual gestión, la partida se redujo considerablemente: están previstos solo 285.404 pesos (unos 351 dólares estadounidenses).
Entonces, ¿la Iglesia en Argentina no se mantenía gracias al Estado?
Exacto. El aporte que el Episcopado recibía de parte del Estado representaba apenas un pequeño porcentaje de su presupuesto. Por otra parte, las actividades de la Iglesia están al servicio de los argentinos.
Esto es porque gran parte del dinero que la Iglesia recibe de las donaciones de sus fieles, incluidas las grandes colectas anuales de Cáritas o Más por Menos, se traducen luego en proyectos de vivienda, educación, respuesta a las emergencias climáticas, económicas y sanitarias, ayuda inmediata a los más necesitados, prevención y tratamiento de adicciones, entre otras áreas.
¿Cómo se sostiene la Iglesia Católica en Argentina?
La Iglesia en Argentina se sostiene por el aporte de sus fieles. En 2020 se puso en marcha el Programa FE, de financiamiento eclesial, que propone distintas campañas de donación en busca de un completo sostenimiento.