El Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Errázuriz, reiteró que su Arquidiócesis hizo lo debido en el caso de un ex sacerdote acusado de abusar de tres menores, y expresó su confianza en que la Corte Suprema aclare esta responsabilidad.
El cuestionado fallo condenó en “responsabilidad colectiva” al Arzobispado de Santiago a pagar una indemnización de cien millones de pesos concluyendo que no hubo la “atención suficiente” -por parte de la Iglesia- para haber evitado los delitos del ex sacerdote.
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“Evidentemente todo obispo se preocupa de las grandes líneas pastorales. Además vela por la predicación del Evangelio, si celebra misa para el pueblo los domingos, si cultiva la fraternidad sacerdotal, si asiste a las jornadas de formación, se preocupa por el sustento, etc. Pero si un sacerdote no respetara las leyes del tránsito y chocara, si firmara a título personal un cheque sin fondo, si se pusiera furioso con alguien que lo insulta y lo hiriera con un fuerte golpe, ¿cómo se quiere que el Obispo lo impida, que esté en ese momento presente, al lado? No es racional exigirlo”, explicó el Purpurado.
Según el Cardenal Errázuriz, “en el orden civil los sacerdotes diocesanos tienen una gran libertad; no puede responder a la jerarquía por cada uno de sus actos. Además, sería contrario a la libertad de las personas”.
“La base de la relación no es la desconfianza; tampoco una sumisión servil. Partimos de otra base. Un sacerdote quiere cumplir su ministerio. Quiere hacer presente a Jesucristo; lo que más anhela es el bien de las personas y cumplir los compromisos que asumió anteriormente. Y los católicos saben con qué generosidad los cumplen. Es evidente que no se puede suponer y exigir una dependencia que convierta a personas libres en menores de edad”, indicó.
El Purpurado también señaló su esperanza en que la Corte Suprema no confirme el fallo y reiteró que “hicimos lo que teníamos que hacer, con celeridad, dispusimos las medidas necesarias apenas tuvimos conocimiento. No nos cabe la responsabilidad de un director de internado o de un hogar de menores”.
Al ser cuestionado sobre por qué la Iglesia en Chile no actúa como los obispos de Estados Unidos que ha pagado millones de dólares a víctimas de abuso sexual, el Arzobispo precisó que “son cosas distintas”.
“Acá preferimos no buscar acuerdos extrajudiciales, sino enfrentar esta materia en los tribunales. Que ellos establezcan si hechos de esta naturaleza son sólo de responsabilidad personal o también institucional. Si en justicia hubiere que pagar algo, hay que hacerlo”, precisó.
Según el Cardenal, “en la Iglesia de Santiago hay un déficit muy grande. Sería injusto emplear para esto los aportes que dan los fieles para fines pastorales. Pero si fuera necesario vender algo ¿una capilla, una casa parroquial, otra cosa? No quisiera especular acerca de un escenario en que nos asiste la convicción de no ser responsables en lo civil”.