Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, Obispo de San Cristóbal de las Casas en el estado mexicano de Chiapas, denunció los “azotes de la violencia” del crimen organizado en la frontera sur de México, que intimida a los pobladores e incluso los obliga a sumarse a sus filas.
En una carta difundida el 21 de diciembre, Mons. Aguilar Martínez advirtió que “el crimen organizado mantiene a los pueblos sitiados, secuestrados, intimidados y amenazados; vulnerándolos cada día más”.
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Este nuevo pronunciamiento se suma al que hizo el Obispo de San Cristóbal de las Casas en septiembre, en el que advertía que el estado de Chiapas se encontraba “desgarrado por la violencia” a causa del enfrentamiento de grupos criminales.
En su nueva carta, el prelado mexicano señaló que desde hace más de dos años la región del sur de México, en la frontera con Guatemala, vive bajo “amenazas, hostigamientos, cobro de piso, intimidaciones, desapariciones, secuestros, asesinatos, despojos de bienes materiales, retenes, cobro de paso, el saqueo y explotación minera ilegal”.
Además, Mons. Aguilar Martínez denunció que “gente armada”, a bordo de vehículos ingresa “a diversas comunidades sacando a la gente de sus casas”, disparando frente a la población “para aterrorizarlos y (que) hagan lo que ellos les piden”.
“Vemos, escuchamos, sentimos y acompañamos el dolor, el sufrimiento y el grito desesperado de paz de mujeres, hombres, niñas, niños, jóvenes y ancianos que están padeciendo esta situación sin que hasta el momento hayan sido respondidas sus demandas de seguridad, de justicia y paz”, expresó el obispo.
“Existen cientos de familias que han tenido que salir de sus hogares por amenazas y porque en su lugar de origen ya no es posible vivir dignamente”, lamentó, indicando que en la región “hay una migración constante que se va acrecentando cada día”.
Tras denunciar que “algunas personas pertenecientes a las instituciones de seguridad y justicia del Estado (están) coludidas con los grupos criminales”, el obispo lamentó que muchas personas que han denunciado el actuar del crimen organizado “han sido hostigadas y han tenido que dejar sus hogares y sus pertenencias que tanto les ha costado”.
“Los habitantes de la región expresan que no alcanzan a comprender cómo habiendo presencia del ejército, guardia nacional y policía estatal en la región no hay seguridad ni disminución de los actos violentos”, añadió.
Mons. Aguilar Martínez hizo un llamado a las autoridades para que trabajen en el “restablecimiento del orden social sin poner en riesgo a la sociedad civil”, así como en el “desarme inmediato de los grupos criminales”.
También pidió que se recupere el territorio controlado por los criminales, de tal forma que “las familias de la región estén en su propia tierra, la trabajen con normalidad y vivan con seguridad, paz y tranquilidad”.